#MIRADANACIONAL El maltrato sufrido por perrita en hotel de conocida clínica veterinaria a través de un testimonio

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*La periodista Marina Parisi y especialista en reiki para animales vivió, en primera persona, el rescate de la perrita Luna, quién fue brutalmente abusada por su antiguo dueño en Colina. Perrita que vivió en el hotel de la Clínica Veterinaria República Animal sus últimas semanas, dónde falleció, según denuncian sus rescatistas, por una negligencia del equipo veterinario a cargo. 

Es irónico pero Alejandra Vega pagó $11.000 diarios durante cuatro meses para que la CLINICA VETERINARIA-HOTEL REPÜBLICA ANIMAL hospedara y cuidara a Luna, y finalmente este recinto le devolvió a su perrita muerta. Siempre me dije que Luna debía tener un final felíz, una familia que finalmente la adoptara y le diera todo el amor que merecía la gordita. Era el sueño de todas nosotras (Alejandra Vega, Cynthia Pinilla, Carmen Luz Barrios y el mío). Pero las cosas terminaron de un modo muy diferente.

Con un amargo historial que incluye la violación reiterada por parte de un tipo “zafado” que tenía a Luna como juguete sexual (la perrita en ese entonces contaba con tan solo siete meses de edad), para luego votarla a la calle con su colita abortada y llena de sangre, Luna fue rescatada por Alejandra en julio del 2017. Este sería el comienzo de un largo peregrinaje por diferentes clínicas veterinarias e intervenciones médicas por tratar de recuperar la integridad física y emocional de la gordita.

En marzo del 2018 se conforma un equipo de trabajo liderado por Alejandra, Cynthia (actual Presidenta de Rescate Canino), Carmen Luz (etóloga) y yo (Reikista), con el fin de cuidar y tratar de revertir el daño emocional en Luna, además de procurar un hogar para ella.

Si bien la violación reiterada dejó un profundo daño emocional en la perrita, que se manifestaba en forma de TOCC (Trastorno Obsesivo Compulsivo Canino), o bien, perseguir y ladrar en forma descontrolada su cola, Luna era una niña extremadamente tierna y cariñosa. Sus ojos reflejaban la dulzura de su alma, siempre dispuesta a regalonear, jugar e ir a nuestro encuentro radiante de alegría. Jamás se mostró agresiva pese al trauma vivido, y en cambio, cuando uno estaba con ella Luna parecía feliz.

Lamentablemente, y pese a todas las campañas por las redes sociales, nos fue imposible dar con algún adoptante que cumpliera con los requisitos necesarios, por lo que su hábitat natural fueron las clínicas veterinarias.

Clínica Veterinaria-Hotel República Animal

El pasado 8 de septiembre ingresamos a Luna a la Clínica Veterinaria-Hotel República Animal, ubicada en Echeñique 6401, La Reina, recinto a cargo de la Dra. Bárbara Durán. Pensamos que ésta era una buena opción para Luna, sin imaginar cuán equivocadas estábamos. Al poco tiempo de estar en esta veterinaria-hotel, Bárbara comenzó a decirnos que no había que sacar a la perrita a pasear con arnés porque eso la dejaba peor, vale decir, después quedaba haciendo más crisis o TOCC. Incluso, mencionó que las visitas a Luna también gatillaban más crisis y que era mejor que no la fuéramos a ver.

Cuando yo iba a hacerle Reiki, Bárbara Durán también me repetía que la perrita después del Reiki quedaba haciendo más crisis. Esto nunca lo pude entender y no me hacía sentido. Desde el día UNO que comencé con las sesiones de Reiki a Luna (marzo del 2018), ella se relajaba, la mayoría de las veces dormía un ratito y quedaba más templada. Por lo que seguí yendo a la veterinaria-hotel para hacerle Reiki a Luna.

Hasta que el pasado 30 de Noviembre Bárbara se detuvo a hablar conmigo y me pidió que no le hiciera Reiki porque la iba a alterar. Además, me dijo que la perrita estaba muy estable con muy pocas crisis y que “era probable que a futuro no se repitiera esta fase de tanta estabilidad en ella, con tan pocas crisis”.

La vi tan segura y determinada que yo acaté, porque cuando uno tiene en frente a una persona con delantal blanco uno confía, uno entiende que esta persona tiene autoridad para opinar y sugerir. Pero hoy me arrepiento de haberle hecho caso y no haber seguido mi instinto. Ese día estuve un rato con Luna en el patio y otros perros alrededor. La gordita me buscaba el regazo con su cabeza, Luna quería Reiki! Pero no estaban dadas las condiciones ya que el lugar estaba asqueroso: el piso mojado (era solo cemento, nada de verde) y caca de perros en varios puntos. Me fui con una sensación extraña, sin imaginar que esa sería la última vez que vería a mi niña.

Se le advirtió varias veces a Bárbara Durán que Luna no podía quedar suelta con otros perros en el mismo sitio, porque al hacer crisis Luna podía asustar a los demás perros y éstos podrían atacarla.

Una tragedia que pudo haber sido evitada

Lo que sucedió este miércoles 2 de enero cuesta entenderlo y perdonarlo. La noche del 1° de enero la Veterinaria-Hotel República Animal quedó sin nadie a cargo y dejaron a Luna suelta junto con otro perro. Ya pueden imaginar lo que sucedió: Luna comenzó con las crisis, el otro perro se asustó y la atacó. Infelizmente, el perro mordió a Luna a la altura del cuello y la herida fue tan profunda que al parecer llegó a la vena Aorta. Así la gordita se desangró y la persona que llegó el miércoles 2 de enero a abrir las puertas de la veterinaria-hotel, encontró a Luna muerta.

A Bárbara Durán no le importó la integridad física de Luna, simplemente le dio lo mismo la perrita. Tampoco tuvo condescendencia y empatía para comunicar la triste noticia. “Te llamo para decirte que Luna está muerta”. Bárbara también pudo haber hecho un gesto de sincero arrepentimiento por lo ocurrido, indemnizando a Alejandra y devolviéndole lo que ella pagó por la estadía de Lunita en esa veterinaria-hotel ($300.000 líquidos al mes). Pero tampoco estuvo dispuesta a realizar este gesto.

Me cuesta entender que una persona que estudió años para ser veterinaria, actúe de este modo. Sin embargo, tengo plena certeza de que el alma de Bárbara Durán no está en paz, porque en el fondo ella sabe que actuó en forma irresponsable y que fruto de su negligencia un ser vivo inocente, puro y adorable perdió la vida. Sin duda, este remordimiento y culpa la hostigaran hasta el último día de su vida en esta Tierra.

De momento, sólo me resta pedirles amigos que compartan esta historia, porque por ningún motivo Veterinaria-Hotel República Animal puede seguir funcionando como hotel para perros, ya que no garantiza la integridad física de las mascotas que recibe. Lejos de proteger a los animales, su único objetivo es el lucro.

Gracias a todos por su atención.

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