#VALPARAISO Florencia Trujillo (ECOPOLIS): “Sea que continúen o no los Coches Victoria en Viña del Mar, la tracción animal debe terminar”

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15 de Diciembre 2019

A las 18 hrs de este domingo culminó la consulta ciudadana, en la cual participaron 220 municipios y donde se le consultó temáticas a la gente de índole nacional y local. En el caso de la Municipalidad de Viña del Mar, donde  votaron 83.335 personas, uno de los tópicos abordados fue la situación de los coches victoria en la Ciudad Jardín respecto a la continuidad o no de los mismos.

En este sentido, de acuerdo a los primeros cómputos, 52.893 personas manifestaron su rechazo a la continuidad de los mismos, versus un 26.994 que expresaron el apoyo a la actividad de los coches victoria.

Bajo este contexto, Florencia Trujillo, abogada de Ecopolis Disciplinas Integradas, en entrevista con EPA news, da cuenta de las problemáticas y desafíos que se presentan respecto a los coches victoria y las actividades anexas.

-Una de las acusaciones asociadas a los coches victoria dice relación con el maltrato animal. ¿Como se expresa lo anterior en la práctica?

“No es necesario esperar a que haya una condena por maltrato animal para advertir la existencia de una omisión inexcusable en el deber de cuidado de los caballos de los Coches Victoria de Viña del Mar. Y, en general, toda la actividad, ha estado marcada por una serie de irregularidades, desde el terreno que ocupan en Sausalito, pasando por las precarias condiciones laborales de los empleados, hasta el estado de salud de los equinos.

Desde el año 2011 hemos entregado abultados informes que dan cuenta del incumplimiento de la propia ordenanza de coches victoria al Concejo Municipal y a la Comisión de Turismo. Por ley de transparencia obtuvimos, en el año 2016, respuesta oficial respecto del emplazamiento de las caballerizas en terrenos municipales de Sausalito. Así pues, quedó claro que “no existe convenio firmado con los propietarios de los Coches Victoria para el uso de las caballerías existentes en el sector Sausalito”.

En otras palabras, se trata de la ocupación irregular de un terreno que, según informó la propia municipalidad, mantiene “construcciones informales destinadas a casa habitación” pese a que “no cuenta con alcantarillado” y que “no existe un protocolo de emergencia”. ¿Cómo viven las personas que habitan ese lugar?, ¿Cómo se previene un incendio?, ¿Por qué las autoridades han permitido esta situación?

Y, por supuesto, los caballos, en las pesebreras, no lo pasan mejor que los humanos. Los responsables de las pesebreras, que el propio municipio ha tolerado por décadas, han incumplido, grave y reiteradamente, la Ley General de Urbanismo y Construcciones, cuyas disposiciones exigen contar con un lugar apropiado para el descanso de los caballos.

No hay dren para evacuación de desechos líquidos. El impacto en la salud de los equinos es directo y se traduce en daño a las vías respiratorias por efecto del amoníaco que se desprende de la orina y que, al no haber adecuada ventilación, se concentra en los dormitorios.

En agosto de 2016, el Ministerio Público autorizó un peritaje a 15 caballos, efectuado por veterinarios expertos en equinos, cuyo informe fue lapidario en cuanto al estado de salud que revelaron los exámenes. Todos los animales presentaban hongos en los cascos, varios -a esa fecha- evidenciaban lesiones articulares en diverso grado, signos de dolor, cuadros de anemia, caballos con problemas respiratorios crónicos, con enfermedades no tratadas y sin manejo del dolor. Es más, de todos los caballos enfermos sólo uno tenía restricción para circular; pero mantenerlo en las pesebreras simplemente aumentaba su exposición al amoníaco.

Lo cierto es que toda la comunidad viñamarina es responsable de esto, por haberlo tolerado. Los dueños de los coches Victoria, los dueños de los caballos, los cocheros o conductores, las autoridades municipales, los vecinos que callaron, que creyeron ver un rédito turístico en una actividad que, a todas luces, es una explotación injustificada de indefensos animales a merced de la codicia humana.

El diagnóstico de enfermedades o patologías no tratadas fue:

  • EPOC (Enfisema Pulmonar Obstructivo Crónico)
  • Anemia/Leucopenia
  • Onicomicosis
  • Problemas de despalme y aplomo
  • Colangioestasis
  • Miositis

La Contraloría General de la República se pronunció en torno a la actividad, ¿qué señaló el Dictamen al respecto?

 “Efectivamente, en 2016 interpusimos una denuncia ante la Contraloría General de la República haciendo llegar todos los antecedentes de que disponíamos. A su vez, la Contraloría pidió informe al Departamento de Tránsito del Municipio, llegando a la conclusión que la ciudad de Viña del Mar no ofrece las condiciones viales para que circulen por ella los Coches Victoria sin generar riesgos de accidentes.

Por otra parte, también fue muy clara al señalar que la responsabilidad es del municipio siendo su deber velar por el cumplimiento de las normas legales y reglamentarias desarrolladas en terrenos municipales y en bienes nacionales de uso público.

Finalmente, la Contraloría General de la República, en Dictámen N°5646 de fecha 5 de abril de 2016 la Contraloría Regional de Valparaíso señaló a la Municipalidad de Viña del Mar la necesidad de evaluar el término de la circulación de los Coches Victorias dado su historial de incumplimiento, irregularidades y consecuente riesgo para la seguridad de las personas y los propios animales”

¿Cómo evalúas la gestión de la Municipalidad de Viña al respecto y cuál debería ser el camino que debería seguir?

“Sin duda es valorable el hecho de que, en la Consulta Comunal, se incluyese una pregunta sobre la continuidad o no de la circulación de los Coches Victoria por las calles de Viña del Mar, y nuestro llamado ha sido votar la opción ‘NO’. Sin embargo, ello no exime en absoluto la responsabilidad que le toca al municipio.

Sea que continúen o no los Coches Victoria en Viña del Mar, la tracción animal debe terminar.

Por décadas hemos sido testigos de la incapacidad del gremio de los cocheros para proporcionar buen trato y cuidados veterinarios a los caballos, de su resistencia a la fiscalización de los inspectores municipales, del cero interés por cumplir con la Ley General de Urbanismo y Construcciones, con malas prácticas hacia los turistas, etc. Reportajes periodísticos han evidenciado, incluso, consumo de drogas en la jornada laboral.

Por razones éticas respecto de las personas y los animales, por razones de seguridad vial, por una correcta administración de los terrenos municipales y por un turismo responsable, los Coches Victoria deben terminar.

Ahora bien, las condiciones en las que se debe implementar la decisión de término deben ser aquellas que consideren proteger el empleo, a los caballos (los cuales pueden ser adquiridos por el municipio) y las calesas antiguas, ya sea para conversión (con motor eléctrico) o museo”.