#MUNDO Patricio y Romeo, la historia de un toro solitario y un gatito especial que dejaron atrás el maltrato y el abandono

0
688

4 de Marzo 2020

Patricio es un toro que estuvo en un circo, solo, aislado y como único espectáculo durante 10 años. Cuando fue rescatado por el santuario Compasión Animal , descubrió que habían otros reses como él y ellos lo acogieron como parte de la manada.

Según relatan en el fans page de dicho recinto animalista, es el habitante más cariñoso y curioso: “siempre que estamos limpiando o arreglando algo , él llama tu atención y no para hasta que consigue unos mimos. Y basta que dejes de acariciarlo y te alejes unos metros para que él vaya detrás de ti hasta volver a conseguir una ración más de cariño… pero hay algo que supera sus ganas de mimos y son sus ganas de copuchar, le hemos dado la medalla al más chismoso del santuario (superando con creces a muchas de las cabras)”, se precisa en la publicación. 

Pase lo que pase, Patricio tiene que estar ahí enterándose y abriéndose hueco para ser el primero, aunque sea incluso para revisión veterinaria”, narran.

Asimismo, cuando el gato Romeo nació con una malformación en su carita, la página que lo ofrecía decía que todos lo rechazaban porque lo encontraban demasiado feo y nadie lo quería. Sin embargo, el santuario Compasión Animal lo adoptó de inmediato.

Para ellos Romeo es especial, el más bonito y simpático del mundo. “Tan especial, que desde hace mucho tiempo, hace una cosa por la mañana que no hacen el resto de gatos del Santuario :cada mañana a primera hora, haga sol o llueva, Romeo corretea de zona en zona saludando a todos los habitantes del Santuario y frotando su naricilla con ellos. Primero gallinas, luego los patos, conejos, cerdos, se tumba un rato bajo la forrajera de los burros, caballos y bovinos, y termina durmiendo la siesta con los perros”, concluyen.

Algunas personas pensaban que este gatito tenía síndrome de down, pero según la veterinaria de PETA, Heather Rally eso no es posible. “La estructura de los cromosomas en los felinos es demasiado diferentes como para presentar mutaciones condicionadas por el síndrome de Down”, explicó.

En los humanos, esta afección genética nace de una trisomía producida en el cromosoma 21. Los gatos por su parte tienen 38 cromosomas, agrupados en pares de 19, por lo tanto, al tener una distribución genética diferente no presentan el mismo tipo de alteraciones. La única especie que podría desarrollar síndrome de Down (además de los humanos) son los primates.