#LAARAUCANIA Comunidades mapuches de la región serán beneficiadas con energía renovable

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Un grupo de investigadores multidisciplinario de la Universidad de Chile y la Universidad de la Frontera, dirigido por Doris Sáez, académica del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la primera e investigadora del ISCI, postularon a un Fondef ( Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico) para diseñar un prototipo experimental de micro-redes para comunidades Mapuches en la región de la Araucanía.

Los académicos analizaron Huanaco Huenchun, una comunidad de 83 familias, ubicada a 11 kilómetros de Nueva Imperial, y José Painecura, de 43 familias, ubicada a 54 kilómetros de Carahue. Su población se dedica mayoritariamente a la agricultura para el auto consumo, extracción de algas y recolección de mariscos pero sufren constantes problemas con la inestabilidad del suministro eléctrico y sus altos costos.

Considerando lo anterior, a mediados de 2015 Sáez, con apoyo del ISCI, postuló al Fondo de Acceso Energético del Ministerio de Energía, que consiste en el “cofinanciamiento de soluciones energéticas a pequeñ9P1Z2560a escala con energías renovables no convencionales en sectores rurales, aislados y/o vulnerables” (http://fae.minenergia.cl/).

Postularon 20 proyectos y sólo quedaron cinco seleccionados. La propuesta de Sáez, fue una de ellas con el mejor puntaje de evaluación, adjudicándose $33,5 millones de pesos. Pero la búsqueda de fondos no terminó ahí. “Buena parte de la sustentabilidad de cualquier proyecto, depende de cuan empoderadas se sientan las comunidades beneficiadas”, explica Sáez.

Según la experta, los habitantes de José Painecura formaron un comité para ayudar a los investigadores. “Les dije que necesitamos la contraparte de ellos. Fue bonito porque se organizaron y alguien llegó a decir, ‘este proyecto es nuestro’.  Cuatro personas incluido el lonco están dentro del comité”.

De acuerdo con la ingeniera “la ciencia puede ayudar no solo a mejorar la calidad de vida, también puede mejorar la integración”. Desde ese punto de vista, la investigadora agregó que, “este proyecto nos ha demostrado la necesidad de hacer grupos interdisciplinarios. Hay que  hablar con lingüistas, gente de educación, arquitectura. Solo de la Universidad de Chile, hay más de 15 personas involucradas. Los estudiantes que están por titularse, quieren seguir trabajando en estas mismas iniciativas y se están armando para darle continuidad al proyecto. De hecho, a raíz de eso surgió la propuesta con la que nos ganamos el fondo del ministerio de Energía. También hay un grupo que tiene una ONG, EGEA, con la que se dedican a la energía con las comunidades”.

Por ahora el equipo se prepara para comenzar a comprar los materiales que le darán una nueva cara a la sede comunitaria de José Painecura. Si todo sale bien, el abastecimiento energético de la sede de esta comunidad Mapuche, debería concretarse este año.