#PUNTOLEGAL Empresa apelará decisión del Comité de Ministros que rechazó el proyecto Dominga

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Luego del rechazo por parte del Comité de Ministros al proyecto minero portuario Dominga, que se pretende realizar en la Región de Coquimbo, la empresa Andes Iron anunció que apelarán  ante los Tribunales Ambientales la decisión tomada.

De acuerdo a Iván Garrido, Presidente Ejecutivo de Andes Iron, “Nosotros confiábamos genuinamente en esta administración, que atendiera los méritos del proceso de la evaluación ambiental del proyecto Dominga, que fue recomendado para aprobarse por el informe consolidado de evaluación del Servicios de Evaluación Ambiental de Chile. Nosotros creemos que hay una falta de motivación y arbitrariedad en la comisión regional, y el comité no revirtió esa situación. Lo que vemos es de una gravedad importante, pues con el rechazo se profundiza la arbitrariedad”, indicó el representante de la empresa.

En este contexto, Garrido precisó que la empresa recurrirán a los tribunales ambientales para que aprueben la realización del proyecto. “Vamos a seguir defendiendo el estado de derecho, la igualdad ante la ley y la genuina búsqueda de una solución para el desarrollo sostenible en nuestro país”, precisó el ejecutivo.

Si se rechazará el proyecto en dicha instancia, la empresa anuncia que recurrirán a la Corte Suprema.

¿Qué son los Tribunales Ambientales?

Los Tribunales Ambientales nacieron en el contexto del rediseño de la institucionalidad ambiental de nuestro país, la que se expresó a través de la promulgación de la Ley 20417 que dio origen  al Ministerio del Medio Ambiente (MMA), el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) y la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA). En el caso de los Tribunales Ambientales, su origen se remontan a la Ley 20600, que fue promulgada bajo el Gobierno de Sebastián Piñera.

Según se establece en el artículo 17 de la Ley 20600, las funciones del Tribunal Ambiental son las siguientes:

  • Reclamaciones de ilegalidad de determinados actos administrativos y normas dictadas por el Ministerio del Medio Ambiente, la Superintendencia del Medio Ambiente, el Servicio de Evaluación Ambiental, el Comité de Ministros y otros organismos del Estado con competencia ambiental.
  • Demandas para obtener la reparación por daño ambiental.
  • Solicitudes de autorización previa o revisión en Consulta, respecto de medidas temporales, suspensiones y ciertas sanciones aplicadas por la Superintendencia del Medio Ambiente.

Cabe señalar que los Tribunales Ambientales son órganos colegiados, que se encuentran compuestos por tres ministros letrados (asociados al mundo del derecho)  y tres no letrados (provenientes de las  disciplinas científico- técnicas).

En Chile se establecieron tres tribunales ambientales, los cuales se encuentran situados en las ciudades de Antofagasta, Santiago y Valdivia. El tribunal de Santiago entró en funcionamiento el día 28 de Diciembre de 2012 y el de Valdivia el 9 de Noviembre 2013, mientras que en el caso de Antofagasta pese a que debía entrar en funcionamiento a lo largo del 2013 se designaron recién a sus miembros el pasado 29 de Junio 2017.

Precisamente será el Tribunal de Antofagasta que deberá ver la causa de Dominga, dado a que le corresponde por jurisdicción ver todo lo que acontece en la zona norte de nuestro país.

A juicio de Daniel Guevara, Presidente del Tribunal de Antofagasta, Dominga “es  un desafío muy interesante. Como abogado me ha tocado asesorar y representar distintos tipos de controversias. Los abogados estamos más acostumbrados a lo que son los procesos de controversia. Creo que el gran desafío es la integración jurisdiccional, que significa que en este Tribunal tenemos ministros de ciencias. La definición de los contornos científicos de los temas lo encuentro apasionante y muy relevante. No hay que olvidarse que los hechos quedan definidos en única instancia en el Tribunal Ambiental, y es el derecho el que puede ser revisado el día de mañana por la Corte Suprema”, explicó el abogado en una entrevista con La Tercera.

En definitiva, una historia que no ha escrito todavía su capítulo final.