La Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de CORFO certificó a 40 empresas que culminaron exitosamente el Acuerdo de Producción Limpia que dio origen al sello “ElijoReciclar”, primera ecoetiqueta masiva del país que ayuda a identificar los envases que destacan por su reciclabilidad.
Hoy, la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) entregó la certificación a 40 empresas tras cumplir las metas y acciones comprometidas en el Acuerdo de Producción Limpia (APL) articulado por SOFOFA, con la participación y apoyo técnico del Ministerio del Medio Ambiente, la Superintendencia del Medio Ambiente, el Servicio Nacional del Consumidor, y la Asociación de Consumo Sustentable de Chile, ADC Circular.
Este trabajo colaborativo ha permitido que del total de envases de productos masivos que se ponen anualmente en el mercado con el sello #ElijoReciclar -más de 179 mil toneladas-, un 98,8% son materiales reciclables, lo cual constituye una relevante contribución del primer Acuerdo de Producción Limpia (APL) “Ecoetiquetado de Envases y Embalajes” al avance de la economía circular.
El grupo de compañías certificadas está conformado por Agrosuper, Alimentos Próximo, Ambientes Limpios, Ariztía, Biorigen, Varsovienne, Bredenmaster, Cencosud, Cervecería AB InBev, Colmenares San Cristóbal, Comercial Davis, CCU, CAPEL, Avon, Enex, Empresas Carozzi, Tucapel, Virutex Ilko, Essity, FT Foods, Good Food, Hipermercados Tottus, Empresas Iansa, Ideal, ICB, Natura, Nestlé Chile, Patagonia Blend, Proa, SMU, Softys Chile, Soprole, Sucden Chile, The Body Shop, Tres Montes Lucchetti, Unilever Chile, Viña Concha y Toro, Viña Santa Rita, Walmart Chile y Watt´s.
Tomás Saieg, jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio del Medio Ambiente, señaló que “el trabajo que se ha hecho en este APL es muy valorable porque se ha logrado aumentar el conocimiento de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor, se ha logrado conectar a los gestores de residuos con el mundo de los regulados, y se han cambiado diseños de envases producto del aprendizaje, y se ha logrado recolectar mucha información valiosa tanto para el Ministerio como para otros actores. El mayor valor de este acuerdo es el aprendizaje que se ha logrado por parte de todos los actores”.
En tanto, la directora ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Ximena Ruz, dijo que “como Agencia hemos apoyado la Ley REP desde sus inicios y estamos convencidos que es clave para lo que este país necesita, y es por eso que hemos trabajado con todos los sectores de productos prioritarios, en forma anticipada, en avanzar en este camino de fomento al reciclaje, de entender la normativa, de coordinarse y unirse, de generar información y pilotajes, de tal manera logramos ayudar a las empresas a estar preparadas para lo que se viene”.
El plan piloto de la ecoetiqueta ejecutado en el marco del APL involucró la evaluación de más de 2.000 envases, logrando en noviembre de 2021 un reconocimiento de más del 60% por parte de la ciudadanía, donde un 75% reconocía que la ecoetiqueta incidía en que las personas reciclen más y de mejor manera. Hoy, en el marco de la continuidad de ese plan piloto ya van más de 4.000 envases evaluados, involucrando a la fecha a más de 70 empresas.
En base a la implementación inicial del APL, se verificó que la materialidad de los envases eco-etiquetados, introducidos en el mercado anualmente, el 61,6% corresponde a vidrio, un 16,2% a material PET, un 8,9% a papel y cartón, y un 5,8% es cartón para líquidos.
“Hoy marcamos un hito donde queremos reconocer a todas las empresas que se sumaron al acuerdo inicial con el desafío de diseñar, implementar, arremangarse las mangas y meter las manos en la masa para construir colaborativamente una ecoetiqueta que facilite el reciclaje, acercando la ley REP a la ciudadanía con mensajes claros y robustos”, valoró Gonzalo Russi, secretario general de SOFOFA.
Además, destacó que “el APL de EcoEtiquetado I fue el resultado de la colaboración pública-privada, que ha contado con la valiosa participación de representantes de la ciudadanía y de consumidores, con la experiencia técnica y práctica de diversos valorizadores y gestores, la mirada normativa y estratégica de representantes de Gobierno y el compromiso y acción del sector empresarial”.
Un 77% de las empresas certificadas indicaron que la implementación del APL les permitió comprender y ejecutar el concepto de las etiquetas ambientales y la importancia de la certificación externa por una tercera parte independiente (certificadora), por sobre una auto declaración de la propia empresa. A su vez, un 60% indicó que el APL colaboró directamente con la identificación de las brechas de reciclabilidad de sus envases.
Desde la mirada de los consumidores, Carola Moya, presidenta de la Asociación de Consumo Sustentable de Chile, ADC Circular, afirmó que este sello es el único que cuenta con una ruta consolidada de reciclaje y una certificación externa. “Como ciudadanía estamos hartos de las autodeclaraciones y del greenwashing, por lo tanto, este sello es el único que le entrega a la ciudadanía una herramienta para poder validar si efectivamente lo que la empresa está diciendo se cumple”, sostuvo.
De acuerdo a lo reportado por las empresas, nueve de ellas efectuaron cambios en la formulación de nuevos envases con materiales reciclables. Esto permitió detectar su impacto en la generación de mermas y materiales residuales reciclables en las industrias, estimándose que un total de 20.700 toneladas ya no son derivadas a relleno sanitario, sino a distintas actividades de valorización, lo cual implica un ahorro de $314 millones al evitar la disposición del residuo post-industrial en un relleno.
Para las empresas, el APL les permitió generar alianzas con las entidades directamente involucradas en la ruta de reciclaje -el 80% con gestores intermediarios y un 67% con valorizadores-, por cuanto de otra forma no sería posible contar con un reciclaje real de sus envases.
Reducción de GEI
Por otro lado, el estudio de impactos del APL arrojó que la reducción potencial de Gases de Efecto Invernadero, si los envases eco-etiquetados fueran efectivamente reciclados y no se dispusieran en relleno sanitario, es igual a 18.785 toneladas de CO2eq anuales, calculado en base a la información otorgada por el 60% de los envases y embalajes aprobados para el uso del sello.