#O’Higgins: Presentarán denuncia contra la veterinaria municipal de Rancagua por caso de eutanasia negligente

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Marshall había sido abandonado en la Villa Las Torres, en la ciudad de Rancagua, y si bien sufría de papiloma oral, podía alimentarse por sí mismo y poseía en general una buena condición física, haciendo posible su recuperación. Este diagnóstico fue determinado tras su atención en la clínica veterinaria Pet y Vet, la cual además lo dejo con tratamiento médico y fecha de operación para el 21 de marzo, día en que serían operados sus papilomas y continuaría su tratamiento para su rehabilitación definitiva.

Sin embargo, el 7 de marzo este proceso se vería truncado. Marshall escapó del hogar temporal en donde había recibido tratamiento durante ya dos días, siendo encontrado por vecinos que lo entregaron a la veterinaria de la Municipalidad de Rancagua con ayuda de la fundación Alma Animal, lugar donde se le aplicaría la eutanasia ese mismo día.

Es por esto que se realizará una denuncia en la contraloría y la PDI en contra de la veterinaria, todo con el objetivo de esclarecer los procedimientos utilizados en la eutanasia de Marshall, los cuales aún no han sido explicados por parte de los profesionales municipales responsables. El can estaba respondiendo bien al tratamiento y era capaz de comer por sí mismo, a pesar de tener los papilomas, por lo que no se justifica el haber llevado a cabo una acción de este tipo.

Así lo explica Rosario Vargas, quien se encargó del rescate de Marshall y de su posterior atención y tratamiento, y quien no encuentra explicación para la dedición tomada desde la veterinaria.

Según Vargas, no existe un informe de parte de aquellos que realizaron la eutanasia, motivo por el cual también se desconocen las razones que la motivaron. De la misma manera, el cuerpo solo fue entregado luego de reiteradas llamadas al centro y sin haber sido previamente refrigerado, factor que además impidió realizarle una necropsia para determinar su causa de muerte.

Por otro lado, si bien el informe emitido por la veterinaria al momento de entregar a Marshall establece que fue retirado por fines sanitarios, la atención y tratamientos que  recibió determinaron que su condición no era de riesgo sanitario para humanos o incluso otros canes, por lo que no se explica que se haya tomado una decisión tan drástica como la eutanasia.

Es por esto que Vargas busca generar acciones legales que permitan determinar los motivos de este acto que no es nuevo en el centro veterinario, además de exigir justicia para Marshall, quien tenía todas las opciones de vivir una vida mejor ya que se estaba recuperando, pero que se vieron truncadas por una acción que a todas luces, fue arbitraria.