Como una medida que impulse y sensibilice a la población sobre los derechos de los animales salvajes a una vida digna, el gobierno de dicho país está dando el ejemplo al mundo como una superpotencia con esta noble iniciativa.
Ramboline, Lara, Djunga y Jenny después de años de maltrato en el mundo del espectáculo, fueron trasladadas al Santuario más grande de elefantes, ubicado en Knuthenborg Safari Park en la Isla de Lolland, para llevar una vida libre en conjunto con otros animales rescatados.
Según se relata en algunos medios en Internet, esta instalación gigante, cuyo tamaño equivale a 21 campos de fútbol, albergará a los paquidermos quienes podrán disfrutar de oportunidades para vivir su comportamiento natural. “Pueden bañarse en agua, arena y barro y pueden socializar entre ellos. El instinto de búsqueda de comida de los elefantes también se estimula a medida que la comida se distribuye por las instalaciones, por lo que tienen que buscarla. En las instalaciones interiores, los elefantes duermen sobre grandes montones de arena y tienen la opción de una ducha caliente”, escriben.
Desde 1962 Animal Protection Dinamarca ha abogado por una prohibición total del uso de animales salvajes en los circos. En 2018, el trabajo finalmente dio sus frutos cuando el exministro de Medio Ambiente y Alimentación, Jakob Ellemann-Jensen, anunció que había una mayoría política a favor de la prohibición de tener animales salvajes en los circos.
Cabe mencionar que ya varios países están ideando otras opciones para no usar animales en circos como hologramas por ejemplo.
Es de esperar que pronto sea solo un mal recuerdo el uso de animales en circos u otras clases de espectáculos.
