Inserta en el corazón de la comuna de Huechuraba, en plena Ciudad Empresarial, hace casi 10 años se dio origen a una organización que, sensibilizada por la constante aparición de perros callejeros, procuró ser un aporte para el bienestar general de estos visitantes de cuatro patas.
Ciudad Animal Chile es una agrupación que se organizó espontáneamente, con cinco personas que se conocieron alimentando a los canes. A poco andar, comenzaron a esterilizar a las hembras, costeando ellos mismos estas cirugías y, paralelamente, se abocaron a encontrarles un hogar, lo que resultaba aún más complejo en esa época, ya que no se contaba con la ayuda de las redes sociales, como en la actualidad.
Los primeros cinco años de la agrupación estuvieron marcados por muchas desavenencias y enfrentamientos con la Administración de Ciudad Empresarial, la que combatía las manifestaciones y protestas del grupo con matanzas y desapariciones de perros, forjándose un ambiente de desencuentro y enemistad.
Natalia Tobares, representante de la agrupación, contó a EPA news que las relaciones con la Administración han mejorado sustantivamente en los últimos años, tanto así que hoy les brindan ayuda económica para mantener a los perros vacunados y, en general, en excelentes condiciones. “Esto se logró con mucho trabajo, al principio nos odiaban, pero después entendieron que somos aliados, que tenemos a los perros impecables”, nos comenta.
Cuando Natalia se vino a Chile, desde su natal Mendoza, en Argentina, hace cinco años, no imaginó que se haría cargo de una agrupación animalista. Se integró a Ciudad Animal cuando ésta contaba con 10 colaboradores, que se encargaban, aproximadamente, de 30 perros. “Cuando los conocí encontré que estaban muy desorganizados, que no tenían página Web, Facebook, ni un correo electrónico y no tenían socios; no tenían nada. Además los perros, a veces desaparecían y no sabían qué les pasaba”, recuerda.
Una de las primeras tareas fue identificar a cada uno de los perros. Para ello les hicieron credenciales plastificadas con sus nombres, el email de la agrupación y la fecha de la última vacunación. A raíz de esto, las personas empezaron a interesarse y aparecieron los primeros socios, quienes con sus aportes mensuales hicieron posible esterilizar y castrar a la totalidad de los animales.
Natalia Tobares es enfática en denunciar que todas las semanas aparecen camadas de cachorros, sobre todo, en los alrededores del Parque Cementerio de Santiago. “Contamos con un par de parcelas para resguardarlos mientras les buscamos un hogar. Si bien no es lo ideal, porque circulan entre los caballos y muchas veces se enferman, es la opción que tenemos para sacarlos de la calle, alimentarlos, tomarles fotografías, publicarlos en nuestra página de Facebook y entregarlos en adopción, lo que generalmente hacemos los fines de semana”, detalla.
En innumerables ocasiones la Administración les ha propuesto buscar un refugio para trasladar hasta allí a los ya casi 70 perros acogidos; pero la agrupación ha debido ser enfática en explicar que esa acción sólo conllevaría a que aparecieran nuevos perros que se instalarían en las calles ya despejadas y la tarea debería empezar desde cero, otra vez. “Les he dado a entender que los perros son territoriales, que no dejan que se instalen otros en su lugar. De hecho, todas las semanas llegan perros, pero muy pocos se quedan”, aclara la trasandina.
Impresiona ver que en estos años han logrado una aceptación generalizada, en relación a la presencia de los perros y también en cuanto a su labor como agrupación. “Hemos generado un cambio fundamental. Creo que tenemos suerte de que sea un lugar semi-cerrado, porque no se nos descontrola el tema. Lo que veo en otras agrupaciones es que tratan de abarcar mucho más de lo que pueden controlar”, reflexiona la representante.
Uno de los períodos más angustiantes lo vivieron hace exactamente un año, cuando desaparecieron cuatro perros desde las afueras del Hotel Mercure y nadie se hizo responsable. Entre los desaparecidos se encontraba el consentido de Natalia, un pequeño mestizo café llamado Spyke. Ante la falta de información prolongada, Ciudad Animal decidió acudir a los medios de comunicación y lograron que el canal Mega se interesara. Días después uno de los canes volvió; al poco tiempo encontraron a otro en un outlet del sector poniente; y el tercero fue adoptado. Faltaba sólo el que más añoraba Natalia. “Dos meses después lo encontramos. Ése fue el último precedente de agresión que tuvimos con los perros, pero armamos tanto escándalo, que no creo que nos vuelvan a hacer algo así. En todo caso, hasta hoy nadie reconoce el hecho”, destaca.
La otra cara de la moneda son las historias reconfortantes y llenas de emoción. Éste es el caso de la Universidad Diego Portales, donde habitan más de cinco perros que se instalaron en ese lugar desde que empezó su construcción. Natalia recuerda que “Cuando iban a inaugurar, el Decano me pidió que los sacara para poder abrir la universidad. Le expliqué lo que pasaba, lo que hacíamos y ahora no hay ningún problema, al contrario, siempre están preocupados de sus vacunas y controles”. También forma parte de la historia de Ciudad Animal una perrita que, en 2011, llegó al sector del Hotel y conquistó el corazón de una turista norteamericana, quien le pidió a Natalia que la subiera a un avión con destino a Estados Unidos y la adoptó. “Es una de las historias más lindas, el amor de esa mujer es inmenso, una maravilla”, nos relata emocionada.
Las adopciones, desde hace cinco años, suman más de 300, una cifra bastante elevada que ha sido fruto de un trabajo organizado y sistemático. “Hemos dado muchos perros en adopción, pero ahora tenemos más perros que antes”, reflexiona. La agrupación, actualmente, cuenta con 30 integrantes, aunque son 10 ó 12 los más activos, con funciones asignadas. Natalia Tobares a veces se siente cansada y piensa en dar un paso al costado para no frenar la labor de la agrupación. “No sé cuánto tiempo voy a seguir a cargo, pero la agrupación va a seguir”, asegura.
Entre los sueños de Natalia está adquirir un terreno con caniles para resguardar a los cachorros y también contar con la asistencia de un Médico Veterinario en forma permanente, ojalá con la doctora que los ha apoyado en todos estos años y que sienten como una más de la agrupación.
Reflexionando acerca de la realidad nacional, Natalia declara que “A veces es mucho más fácil hacerse cargo de una situación, que delegarla, hay que intentarlo. Es que no es mucho lo que se pide, sólo respeto, cuidado, no agresión, no abuso; no es tan difícil. Es lo mismo que harías con una persona, nada más. Le digo a la gente que no le pido que le dé comida a un perro ni que le haga un cariño; ignórelo, déjelo vivir, el perro no le hace nada, piense que es una hoja; que no le moleste que yo le esté dando de comer. Pero el ser humano está acostumbrado a que, si algo le molesta, lo declara plaga y lo extermina, es horrible”, concluye.
Si quieres conocer más acerca de la labor de Ciudad Animal y colaborar con ellos, puedes contactarlos en su página de Facebook Ciudad Animal Chile o al email: ciudadanimal.cl@gmail.com.
