#SANTIAGO Propietarios de la perra baleada por Carabineros denunciaron el hecho ante la BIDEMA

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Cuando el reloj marcaba las 12 del día de este miércoles, Nathalie Morales junto a su marido Alexis Cerda acudieron hasta las dependencias de la BIDEMA de la PDI para interponer una denuncia por los delitos de maltrato animal y amenazas de muerte dado a la muerte de su perra Vaquita, tras ser baleada por Carabineros en el contexto de un operativo desarrollado en la comuna de San Bernardo durante el martes 15 de Marzo. En la acción judicial fueron acompañados por la asesora legal de ECOPOLIS, Florencia Trujillo.

Luego de entrevistarse con personal policial durante unos 15 minutos los denunciantes junto a Trujillo, se llegó al acuerdo que todos los antecedentes iban a ser entregados a la Fiscalía de San Bernardo, lugar en el cual ya hay una investigación en curso al respecto.

“Lo que viene es dirigirse directamente a la Fiscalía de San Bernardo para acompañar el informe de necropsia, que va a estar listo el día de hoy (ayer). Junto con vídeos, fotografías y otros certificados que dan cuenta del estado de shock emocional y nervioso que han vivido las personas afectadas, incluyendo a menores de tres años, siete años, y entre medio también hay un menor de un año de edad, o sea un lactante todavía. O sea esto es un tema que involucra no solamente a los animales, en este caso a la perra Vaquita, sino que también a una familia y niños que se han visto afectados por este accionar extremadamente violento de parte de un funcionario de Carabineros”, explicó Florencia Trujillo, experta en derecho animal.

El comienzo de una historia

Vaquita llegó a la calle Volcán Maipo de San Bernardo hace aproximadamente cinco años, recuerdan sus dueños, en pleno Invierno y estaba preñada.

“Llegó al bloc como hace 5 años, estaba preñada. Quería tener a sus perritos, pero los otros perros no la dejaban tener a sus cachorros. Llovía muy fuerte, eran tiempos de Invierno y ella no tenía donde estar. A mí me daba pena, la miraba y la miraba, le dije anda a buscarla y la colocamos debajo ( en ese tiempo vivía en una mediagua), le puse el colchón de mi hijo. Le coloque un techo y una frazada, de repente sentimos y comeperra san bernardonzó a tener a sus perritos: tuvo cuatro perritos, murieron tres y quedo con uno. Me lo pidieron y lo di. Ella era super cuidadora de uno, nunca tuve un reclamo por ella: ni siquiera mordió a nadie”, recuerda con nostalgia y emoción Nathalie Morales, propietaria de Vaquita.

Así pasaron cinco años sin mayores novedades, donde Vaquita recibía día a día el cariño de la familia Cerda Morales que, se preocupaban de la alegría y bienestar de ella. Un pasar feliz y tranquilo para el animal, el cual este martes 15 de Marzo sufrió un giro de 180 grados.

“Iba pasando un grupo de jóvenes y un grupo de Carabineros le hizo un control de identidad a ellos, según lo que escuche. Uno de ellos tenía una orden de detención pendiente y comenzó un forcejeo entre uno de ellos y los Carabineros, eso lo escucho la perrita  y se escapó. Había más perros ladrando y mi perra le ladró y mordió a uno de los Carabineros, por detrás en la pierna. Yo me acerque a la perra y la traje de devuelta a la casa, la perra se metió hacia el interior del hogar”, así cuenta Nathalie  los primeros momentos de lo que sería la última tarde de Vaquita.

Una vez que el can ya se encontraba en su domicilio, un Carabinero se acerca a la propiedad exigiendo la entrega inmediata dl animal para matarlo. “Yo estaba con mi hijo de un año en brazos y el otro de 3 de la mano, de un momento a otro uno de los Carabineros se acerca a la Vaquita, que estaba al lado de mi hijo de tres años. Todos estábamos al interior de la casa y yo tenía afirmada la reja con la mano. Me decía que le abriera la puerta, que me va a matar a la perra y yo le decía ¿me la va a matar?. Y estaba con la pistola apuntando hacia la perra. Yo le decía que no lo podía hacer, porque estaba con mis hijos”, señala Nathalie y luego agrega: “Y de ahí se echa para atrás, echa el pie hacia atrás, y carga la pistola. Lo único que hice fue proteger a mis hijos con mi cuerpo y me tiré hacia un costado, soltando la reja y dispara así (hace el gesto). Después, él se va y sale apuntando a toda la gente”, señala.

La confusión, rabia e impotencia se apoderó de las personas del lugar. ” La gente le decía ¿cómo se te ocurre?, ¿por qué mataste a un animal?. Mi perra quedó viva (después del disparo),quedo como aturdida y se dio vuelta quedando en un poste que está al frente de mi casa”, Mi esposo comenzó a tocarla, a hacerle cariño en sus ojitos y en su cuerpo. Ahí comenzó a saltar (tuvo convulsiones), se ahogaba por su misma sangre y ahí estaban niños y adultos, todos miraron. Mi perra estuvo sufriendo y falleció a los 5 minutos, se estuvo dando vueltas”, recuerda su propietaria.

El resultado de la Necropsia

Después de constatarse el fallecimiento de Vaquita, la necropsia al animal fue realizada por un veterinario de la zona el cual  determinó, de forma preliminar, que el animal “sufrió un impacto de bala sin salida, arriba del ojo, atravesando: el cráneo, la columna vertebral, la cavidad toráxica, causando esto una heDSCN9723morragia masiva, que es lo que causó la muerte de la perrita, para alojarse finalmente en la zona baja de la perrita, pero sin salida. Entonces, la perrita no sufrió una muerte instantánea, no murió de inmediato. Ella agonizó varios minutos. Se ahogó con su sangre. Y esto en presencia de los niños y de las personas. Esta perrita además es una perrita recogida de la calle, que el matrimonio acogió hace a cinco años. Una regalona no solamente de la familia sino que además de todo el barrio, de los vecinos por ser justamente una perrita de carácter afable, cariñoso. No existe antecedente de agresión a ninguna persona”, explica Trujillo, al ser consultada por los resultados de la necropsia llevada a cabo.

Una de las interrogantes que surge, a la luz de los antecedentes,  es ¿por qué supuestamente ataca a Carabineros?. Al respecto, la representante de ECOPOLIS responde: “Lo que pasa es que reaccionó como muchos perritos que actúan frente a una situación de violencia con personas extrañas, ahora esto del ataque es materia de investigación porque no se ha acreditado hasta el momento lesiones por parte del funcionario de Carabineros. Lo que se sabe es  que en algún momento esta perrita salió a la calle a ladrar junto con otros perros, de otras vecinas y ¿qué hicieron todas estas personas?: fueron a buscar a sus perritos y los entraron. Una vez que, la señora Nathalie, ya había entrado a la perrita a la casa, el Carabinero se asoma a la puerta de entrada,dejó de lado su procedimiento policial, fue detrás de la señora y le amenazó  con el arma empuñada que le iba a matar a la perrita y su entrega. Esto en el contexto siguiente: la señora Nathalie estaba con su hijita de un año en los brazos, su hijo de tres años a un costado de ella, e inmediatamente al lado la perrita. O sea estamos hablando de centímetros de separación. En esto el carabinero, prepara para disparar el arma. O sea ya era, ya, se veía que iba a disparar y la señora Nathalie lo que hace es proteger a sus hijos. Ella misma coloca su cuerpo para proteger a la bebé, y todo esto sin pensarlo siquiera, por supuesto. Y la perrita sin agredir, sin siquiera ladrar en ese momento, la perrita como que se intimida y ahí recibe el disparo. Y es un disparo efectuado con pericia por, porque atravesó completamente al animal”, explica la profesional.

Los pasos a seguir

Los próximos pasos son la entrega de los antecedentes del caso en la Fiscalía de San Bernardo, entre los cuales figura una solicitud de evaluación psicológica a los hijos del matrimonio con el afán de medir el impacto y consecuencias del asesinato de Vaquita en sus vidas.

El deseo de Nathalie y su esposo es tener justicia y que la muerte de su Vaquita no quede impune. “Queremos que haya justicia, pues si uno mata a un animal uno debe responder altiro por eso, uno debe pagar,es un delito. No porque ellos sean Carabineros, esto queda ahí no más. Fue un daño que nos hizo a nosotros, a mis hijos y a mí”, indica Nathalie.

Una historia que deja no sólo a un animal fallecido y una familia destruida sino, también, muchas interrogantes en relación a los protocolos y modos de actuar del personal de Carabineros en el marco de un operativo policial.