#MIRADANACIONAL Veterinaria María José Ubilla y los 10 años de la Ley 20.380: “Me preocupa que haya sido tan lenta la implementación de la norma”

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8 de Octubre 2018

El pasado 3 de octubre se cumplieron 10 años de la promulgación de la Ley de Protección Animal 20.380, cuyo fin es “establece normas destinadas a conocer, proteger y respetar a los animales, como seres vivos y parte de la naturaleza, con el fin de darles un trato adecuado y evitarles sufrimientos innecesarios”, según se manifiesta en el artículo 1 de dicha normativa.

Bajo este contexto, en entrevista con EPA news, la médico veterinaria María José Ubilla, directora de la Comisión Permanente de Tenencia Responsable del Colegio Médico Veterinario, da cuenta de la trayectoria de la ley en estos 10 años y los dilemas que se han observado en su implementación.

-¿De qué manera evalúa usted la implementación de la Ley de Protección Animal 20.380 y su desarrollo histórico a lo largo de estos 10 años?

“A mí me preocupa que haya sido tan lenta la implementación de la ley, porque la redacción de los reglamentos ha sido tremendamente lenta, en mi rol de médico veterinario he  tenido que aprender sobre el desarrollo de leyes y políticas públicas. Llevamos 10 años esperando la redacción total de los reglamentos de la ley y sin eso no hay una aplicabilidad completa de la ley.

Si bien la ley ha sido un avance y se ha podido proteger animales a través de esta ley, no se puede aplicar en su totalidad y eso es una falencia muy grande para nuestro país: esperar 10 años, en el fondo, en un contexto de no asistencia del reglamento”.

-Entonces, los pasos a seguir, considerando sus palabras, sería desarrollar y luego aplicar esos reglamentos. 

“Claro y de hecho hay organizaciones que están trabajando, como la Organización Chilena de Ciencias de Animales de Laboratorio, hace años  en la redacción de una propuesta de reglamento para el área de animales de experimentación y otras organizaciones están trabajando  algo más específico para animales, por citar un caso, de zoológicos, de compañia, etc.

Pero, de alguna manera, hay que presionar para que esas organizaciones entreguen esos documentos y cuyo proceso de elaboración es difícil: todo esto se hace con voluntades internas, personal, ad honorem y es un tema complejo.

Creo que presionando de que salgan los reglamentos, la ley 20.380 podría tener mucha más fuerza de lo que tiene actualmente”.

-Pensando en términos generales, más allá de la Ley de Protección Animal 20.380, ¿que faltaría a tu juicio en normativa y política pública para aplicar un mayor bienestar y protección a los animales en su conjunto?

“El fin y el objetivo es el bienestar y protección de los animales, en ese sentido debe haber participación desde la evaluación, planificación e implementación de la contra parte técnica -integrado por el gremio médico veterinario, los científicos que están trabajando en esa área, los técnicos veterinarios-. La idea es que todos podamos aportar y eso estamos tratando de hacer como Colegio Médico Veterinario, no solamente trabajando en la redacción de algo que nos puedan pedir como gremio sino, también, haciendo una especie de fiscalización de cómo va esa implementación.

Claro, desde esa perspectiva, como Colegio nos ha tocado trabajar no con la Ley 20.380 sino con la Ley 21.020, es decir, Ley de Tenencia Responsable de Animales de Compañia. Hemos sido bastante críticos en algunos puntos, que los hemos llevado a la SUBDERE en este caso y la recepción no ha sido del todo buena, pero tenemos la convicción de que el trabajo colaborativo va a llevar a un buen puerto”.

-Usted habla de una triada entre ética, ciencia y ley. ¿Podría profundizar ese punto?. 

“Yo pienso que esos son los pilares para que una política pública funcione, es decir, que consideren el pensamiento científico que existe y el cual generalmente nace de presiones sociales. O sea, muchas áreas se investigan por presiones sociales.

Luego tenemos todo lo que aporta la ley, donde se involucran distintos actores: la ciudadanía, la parte técnica- que en el caso de las leyes chilenas generalmente falla en la redacción de esa ley- y, por otro lado, está todo lo que tiene que ver con valores, costumbres y los cuales se ven reflejados en la bio ética, en el sentido de cómo actuar en pro de los animales.

Estos tres pilares son, a mi juicio, por los años que llevo trabajando en el área, súper necesarios y deben ir de la mano. Se deben trabajar en conjunto esas tres acciones”.

-¿Cuál es la reflexión que hace usted en torno a la Ley 20.380?

“Yo creo que en la Ley 20.380 quedan muchas aristas por resolver, como el rodeo u otros deportes que están quedando afuera de la normativa.

Ese es un tema que se debe tratar, que como Colegio Médico Veterinario hemos colaborado y, por ejemplo, en el contexto del proyecto de las carreras de perros galgos (Nota de la redacción: la iniciativa busca prohibir dichas actividades) fuimos a realizar una presentación a la Comisión de Medio Ambiente, respecto a la evidencia científica que hay respecto de los animales que corren esas carreras y pretendemos hacer algo similar con el rodeo: ya avanzamos con una encuesta a los veterinarios, donde no hay resultados concluyentes, por lo tanto, son temas donde no podemos estar con una postura, pero si ofrecer la colaboración de la entrega de información técnica y la evidencia científica de la temática”.