#TENDENCIAS La depresión, una realidad que no debemos esconder

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La depresión es un trastorno mental caracterizado fundamentalmente por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento. Una realidad que está presente en el mundo de la protección animal. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) predijo que para el año 2020 la enfermedad de la depresión será la primera causa de discapacidad en el ser humano. Y en Chile no estamos lejos de ese escenario, ya que es uno de los países cuya población presenta un mayor número de síntomas depresivos en todo el mundo. La última Encuesta Nacional de Salud, de 2017, situó la cifra en un 15,8%; y un último informe del Centro de Estudios del Conflicto y la Cohesión Social (COES), publicado durante el 2019, elevó esa cifra hasta el 18,3%, muy lejos del 12% del promedio mundial.

Paula Muñoz, Psicóloga y Jefe Clínico en NovaVita, explica que la depresión suele “comenzar con un estado de malestar generalizado respecto al entorno y al si mismo,  lo cual se puede ir manifestando de distintas maneras. No hay un primer o último síntoma, pero se pueden mencionar aquellos que por consenso internacional nos puede llevar a un diagnóstico: Estado de ánimo triste, falta de motivación por hacer las cosas, pérdida de ilusión y de energía. La persona puede sentirse triste, vacía, sin esperanzas pero también podría sentirse irritable. Disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades. Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso. Pensamientos negativos constantes que podrían llegar a ser pensamientos de suicidio”, acotó Muñoz.

Hay que destacar que la depresión es distinta a un cuadro de tristeza y a las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana: “la tristeza es una de las emociones básicas del ser humano, que es experimentada por quien la padece como una emoción negativa, no obstante, como todas las emociones posee una función adaptativa para nuestra existencia y que puede ser aliviada en un corto o mediano plazo. Sin embargo, la depresión requiere de ayuda profesional especializada, ya que es un estado anímico más severo por intensidad y por el tiempo que se prolonga, lo cual interfiere significativamente en las actividades diarias, y vida social”,  explica la profesional de Clínica Novavita.  

Luego del diagnóstico, el escondite 

Al consultar por qué las personas, generalmente, se avergüenzan de tener una depresión diagnosticada y en casos peores no se atreven a consultar o seguir los tratamientos, la profesional responde “Las enfermedades en Salud Mental llevan consigo un castigo socio-cultural, en buen chileno: son mal miradas. No somos un país amable, nuestra sociedad carece de vínculos adecuados de convivencia.

Chile ha puesto en el centro de todo, la llamada “competencia individual”, de que tus éxitos y tus fracasos sean atribuibles solo a ti mismo… todo depende de ti. Ahí se pierden los referentes colectivas y por sobre todo colaborativas, porque todos están pendientes de su propia “carrera al éxito”. En ese escenario, tener estrés o depresión, es visto como un fracaso, ya que no puedes competir.

La profesional enfatiza en que  es imprescindible que se redoblen los esfuerzos por generar mayores y mejores políticas públicas en torno a la Salud Mental, las cuales coloquen al centro un cambio sociocultural.

“Tenemos que invertir en el bienestar de la población y en superar entre muchas otras cosas, la gran desigualdad, la cual genera una comparación social constante. La experiencia clínica muestra que en Chile el que tiene menos, siente que vale menos y esa realidad es impresentable. Se debe  invertir en mejorar nuestra cultura”, explica la experta.

Un triste ejemplo es lo que sucede al presentar una licencia psiquiátrica, “hay que ser sinceros, la pérdida de empleo es real, ya que para el empleador es muy mal vista una licencia por depresión o estrés, imagina que según cifras del gobierno, hasta el año pasado, el 41% de las licencias médicas, correspondían al área de Salud Mental: depresión, ansiedad y estrés laboral, donde las más afectadas son las mujeres con el 64%, en comparación con el 36% de los hombres, lo que para una perspectiva empresarial, te pone en un espacio de improductividad; lo que finaliza en un doble padecer; primero la enfermedad, luego el castigo social y laboral”, comentó Muñoz.

Debemos promover el auto-cuidado, el trabajo en equipo, los espacios colaborativos, el respeto por la diversidad, la inclusión y la conciencia social por mencionar algunas áreas. Invertir en Salud y Bienestar individual y colectivo es el mejor negocio que podemos hacer como país y lo cual nos involucra a todos.