#OPINION Campo Limpio, un compromiso que la pandemia no logró detener

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*Patricia Villarreal, Gerenta General de AFIPA, da cuenta de cómo un proyecto asociado al reciclaje en el campo no cesó, pese a la pandemia del coronavirus. 

Campo Limpio es un compromiso que la industria de la protección de los cultivos tiene con el desarrollo de una agricultura sustentable, y que se materializa en la recepción de envases de productos fitosanitarios ya utilizados a lo largo de Chile.

La iniciativa surgió el año 2001 desde AFIPA – Asociación Nacional de Fabricantes e Importadores de Productos Fitosanitarios Agrícolas- como una manera de mantener los campos y canales de regadío limpios estableciendo puntos fijos, y posteriormente se agregaron puntos móviles, para que los agricultores pudieran llevar sus envases vacíos y ya tratados con la técnica  del triple lavado que cumplen con las medidas sanitarias adecuadas para evitar cualquier contaminación. El material acopiado en estos centros receptores, que actualmente funcionan desde Arica hasta Coyhaique, es luego llevado a reciclaje, donde se reconvierte en elementos de uso industrial y agrícola y en la misma agricultura. Actualmente esta iniciativa funciona a través de  un Convenio Marco en el que participan AFIPA, IMPPA y ADIAC.

Las cifras hablan por sí solas. En los casi 20 años de operación de Campo Limpio en nuestro país, se han recuperado más de 5 millones de kilos de envases plásticos y metálicos, de fitosanitarios y fertilizantes foliares usados en la agricultura, los que, una vez que cumplen el Triple Lavado necesario para poder ser considerados residuos no peligrosos, son almacenados y luego chipeados para su posterior valoración energética o reciclaje.

Esta iniciativa de Campo Limpio es destacable, no sólo por su aporte al medioambiente y en evitar la contaminación de los terrenos agrícolas y los canales de regadío, sino porque ha generado una cultura de responsabilidad en los mismos agricultores, que acuden a los centros de acopio y puntos móviles como si ello fuera ya parte importante de sus tareas cotidianas.

Más meritorio aún es que este compromiso se haya mantenido sin detención durante un año en el que la pandemia obligó a un largo confinamiento en muchos lugares del país. Esto fue posible, mediante el cumplimiento de las medidas establecidas por el Protocolo del Minsal para la prevención de contagio del Covid, las que contaron con el compromiso permanente de Campo Limpio. Para ello, Campo Limpio solicitó la inscripción previa de los agricultores, de manera de asignar horarios para la entrega de envases y cupos limitados, con el fin de evitar las aglomeraciones, y se determinó el uso obligatorio de mascarilla, la mantención de distancia y el uso de alcohol gel en todos los centros de acopio.

Pese a lo adverso del escenario, Campo Limpio logró recuperar entre enero y octubre de 2020, 477.227 kilos de envases, lo que representa un 82% de la meta definida previo al escenario de pandemia, y un 94% respecto al material recopilado en el mismo período de 2019.

Una iniciativa que debe llenar de orgullo a los agricultores y que muestra que, cuando hay un objetivo motivador, trabajo colaborativo, junto a soluciones concretas, pueden lograrse resultados beneficiosos para el país.