Cada año el Instituto Antártico Chileno (INACH) lleva a cabo la Expedición Científica Antártica (ECA) en el Continente Blanco. Ya son 58 las expediciones donde hombres y mujeres llegan hasta ese prístino territorio en busca de respuestas y nuevos desafíos, que en su mayoría se encuentran relacionados de una u otra manera con el cambio climático y las teleconexiones de la Antártica con Chile y el resto del planeta. Durante los últimos meses se está llevando a cabo algo que normalmente no ocurre: investigadores pertenecientes al Programa Nacional de Ciencia Antártica (PROCIEN), se encuentran en la base “Profesor Julio Escudero” del INACH ubicada en la isla Rey Jorge, tomando muestras y registrando las temperaturas otoñales para este continente.
El director del INACH, Dr. Marcelo Leppe Cartes, subraya que es muy relevante poder contar con investigadores del PROCIEN registrando las temperaturas de la Antártica y efectuando mediciones atmosféricas en otoño e invierno. “Normalmente a esta fecha del año ya tenemos a todos los científicos y científicas de retorno desde la Antártica, pero en esta oportunidad contamos con dos investigadores en isla Rey Jorge”.
“Contar con proyectos antárticos que efectúan sus terrenos en temporada de otoño-invierno para nosotros y para Chile es muy relevante, ya que es un primer paso y un gran ejercicio que nos permite ver el comportamiento en esa época del año. Estamos pensando así también en las futuras remodelaciones de nuestras bases científicas, principalmente en la estación “Carvajal”, ubicada en la isla Adelaida (67º 46’ S; 68º 55’ W), península Antártica. Esta será la primera base que entrará en remodelación y se espera que se encuentre operativa durante todo el año, así como base “Escudero”, ya que nuestro país no cuenta al día de hoy con ninguna base científica que opere el año completo”, comenta el Dr. Leppe.
Uno de los investigadores que se encuentran en territorio antártico es Emilio Alarcón, biólogo marino de la Universidad de Concepción y asistente de investigación del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (Centro IDEAL) y Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP). Alarcón está en bahía Fildes para continuar con el monitoreo regular de variables ambientales en el sistema costero marino de bahía, particularmente realizando mediciones del grado de acidez del agua de mar (pH), además de la recolección de agua superficial para su posterior análisis de alcalinidad total, concentración de nutrientes y concentración de clorofila (como proxy de la biomasa fitoplanctónica, base de la trama trófica en sistemas marinos).
“Este trabajo preliminar e inédito, nos permite monitorear los procesos biogeoquímicos que ocurren en el océano costero durante la formación y avance del hielo marino en la península Antártica, usando como sitio de referencia la bahía de Fildes”, afirma Alarcón. Además, el investigador nacional comenta que “contamos con la infraestructura y la habitabilidad necesaria para que Chile continúe haciendo ciencia antártica de primer nivel, incluso en períodos tan extremos como otoño-invierno. Estar aquí es un privilegio y siento un compromiso profundo con la generación de conocimiento científico en sitios y períodos poco o casi nada investigados”, agrega el científico.
El investigador del centro IDEAL resalta también que espera que esto sea el puntapié inicial para que el país comience con un programa de monitoreo de largo aliento en zonas costeras como la península Antártica, un lugar del planeta donde se han visto grandes efectos del cambio climático.
Juan Manuel Carrera es el otro investigador que se encuentra en bahía Fildes, Carrera está trabajando y recolectando datos para el proyecto que dirige el Dr. Raúl Cordero (Universidad de Santiago de Chile). “El objetivo de esta campaña de invierno es mantener mediciones atmosféricas y de radiación solar durante invierno. En particular, en la península Antártica es importante comprender el rol que juegan las nubes al momento de realizar los pronósticos meteorológicos. Debido a la escasez de mediciones meteorológicas en esta región, y en gran medida, a la poca caracterización de la nubosidad de la zona, los pronósticos meteorológicos suelen tener una incertidumbre mayor, respecto a otros sectores, lo que suele inquietar la logística y el transporte aéreo”.
El científico añade que buscan complementar con más mediciones, especialmente en el período de invierno. “Muchas de nuestras mediciones formarán parte del “Año de Predicción Polar” (YOPP), que es un esfuerzo en conjunto entre varios investigadores atmosféricos y centros meteorológicos en Antártica, incluida la Dirección Meteorológica de Chile, con el fin de producir una base de datos sólida y estudiar una eventual mejora en los pronósticos atmosféricos, siendo el lanzamiento de radiosondas la mejor manera de medir parámetros meteorológicos en altura, como son la temperatura, presión atmosférica, humedad, vientos, etc.”
Carrera es el encargado de mantener en operación y la calibración de los instrumentos para caracterizar y estudiar las propiedades ópticas de las nubes. “En lo personal, el poder contribuir con este tipo de actividades, en un lugar tan remoto y en particular durante el periodo invernal, es un reto constante. A medida que pasa el tiempo, nos acercamos a días con menos luz y, por ende, más fríos. Trabajar a la intemperie se hace cada vez más exigente”.
El INACH es un organismo técnico dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores con plena autonomía en todo lo relacionado con asuntos antárticos y tiene entre sus misiones el incentivar el desarrollo de la investigación científica, tecnológica y de innovación en la Antártica, el fortalecimiento de Magallanes como puerta de entrada al Continente Blanco y promover el conocimiento de las materias antárticas a la ciudadanía.