Fundación Batuco Sustentable: El trabajo colectivo que protege especies vivas y naturales

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A mediados de los años 2000, el ingeniero Leandro Moya y otros vecinos llegan a vivir a un sector de Batuco cercano al humedal. Al poco tiempo se encuentran con una complicada situación de botulismo o enfermedad en las aves que viven de la reserva de agua. Es la manera abrupta en la que toman conciencia del lugar en el que se encuentran.

Muy poca gente del sector sabe o conoce qué es un humedal. Debido a la situación del botulismo, Moya y otros vecinos comienzan a organizarse para entender más de la problemática y se van encontrando cada vez con mayores sorpresas.

Es por ello que junto al ingeniero ambiental Eduardo Acuña le dan forma a la Fundación Batuco Sustentable, con la que un importante grupo de residentes asume el protagonismo colectivo frente a una tarea medioambiental que nadie estaba haciendo. Tampoco los organismos públicos.

“Surge de un interés social y por la naturaleza, una acción de toma de conciencia frente a un tema que estaba pasando al lado de nuestros hogares. Y frente al cual debíamos tener una actitud como sociedad”, comenta Moya.

“Debido a la muerte de un número importante de aves decidimos organizarnos para cumplir labores de vigilancia, coordinándonos con el municipio de Lampa. Junto a eso apoyamos el trabajo de tesistas que venían a investigar y también a establecer denuncias ante los problemas importantes. Se trataba de una zona claramente desprotegida y despreocupada por parte del Estado”, precisa Eduardo Acuña.

Aunque ha ido evolucionando, la organización no pierde el espíritu: se trata de vecinos que defienden las características naturales del territorio en el que viven. Luego de casi quince años de trabajo, la comunidad tiene muy claro qué es un humedal y cuál es su trascendencia

Santuario de la Naturaleza

Las primeras acciones de la fundación incluyen jornadas de limpieza del sector de la laguna, catastros de especies vegetales y animales, además de estudios sobre aves, entre otras actividades de protección. Desarrollan un sitio web (www.humedaldebatuco.cl) y un centro ecológico en la zona, en el que realizan variadas actividades de acercamiento como charlas, visitas y recorridos.

La más reciente iniciativa de Batuco Sustentable se centra en la presentación de expedientes ante el ministerio del Medio Ambiente para que la entidad reconsidere la extensión que este año le da al humedal de Batuco como Santuario de la Naturaleza.

Durante el mes de abril, la citada cartera ministerial declara al humedal de Batuco –que es el más importante de la Región Metropolitana- como santuario en menos de 300 hectáreas.

Batuco Sustentable, en cambio, subraya que para proteger de manera eficiente todo el hábitat natural y a las especies de la zona, se requiere el doble de la extensión otorgada. La fundación entrega recientemente una segunda solicitud al gobierno para que se aumente la cobertura protegida.

En la oportunidad, acompañan la presentación el propio alcalde de Lampa, Jonathan Opazo; la diputada Claudia Mix; y la constituyente e integrante de Modatima, Manuela Royo, entre otras personalidades que se suman a casi 10.000 firmas de apoyo reunidas en una campaña organizada por la fundación.

Cunas de biodiversidad

La salud de los humedales constituye un importante eslabón en el desarrollo nacional. Sin humedales no hay agua y no protegerlos genera una importante crisis eco-sistémica. Esto inspira a Batuco Sustentable a generar contactos con otras entidades similares en el país: vecinos o interesados que se organizan para defender un espacio olvidado por los organismos públicos. Surge así la Red Nacional de Humedales, de la cual la fundación es co-fundadora.

Así, a pesar de las dificultades que viven los vecinos que conforman Batuco Sustentable hacen una positiva evaluación sobre la tarea que han hecho, ya que de existir un total desconocimiento sobre los humedales, en poco más de una década han logrado explicarle a la gente su importancia y el vital papel que cumplen.

Un aspecto complejo en el caso del humedal de Batuco es que se encuentra dentro de un terreno privado, lo que dificulta los contactos. Eduardo Acuña –quien hoy, además, es candidato a diputado por la zona, distrito 8- comenta que “la biodiversidad es un aspecto más importante que la propiedad. Los servicios eco-sistémicos obran por el bien nacional común. La idea es que cerca de 600 hectáreas del sector puedan ser consideradas como un santuario natural”.

El humedal de Batuco además de ser un “amortiguador ecológico” es la zona donde llegan un número importante de aves como gansos andinos, gaviotas de Franklin, gaviotas dominicanas, aves playeras y golondrinas chilenas, entre otras especies.

En general, los humedales son cunas de biodiversidad: permiten el desarrollo de regulación hidrológica y biogeoquímica, además de ser potentes corredores en el que conviven variadas especies vivas de regiones tropicales, subtropicales y templadas que aportan distintos tipos de ambientes, flora y fauna.

Para la fundación, tres son las principales razones por las que los humedales del país están dañados: fraccionamiento ecológico, minimización del ecosistema y cambio de uso de suelo. “La desidia política, la ignorancia de algunas personas y –por qué no decirlo también- la codicia de varios que generan daño a la naturaleza a sabiendas, considerando con mayor importancia la ganancia económica, forman parte de una problemática mundial, no sólo nacional”, comenta Acuña.

Por su parte, Moya apunta hacia otra de las problemáticas que deben enfrentarse desde lo medioambiental: “Vivimos en una lucha constante frente a variados intereses, ya sea económicos, políticos o de  poder. Incluso, frente al ego, porque hay que reconocer que también  en estas temáticas hay mucha ´egología´ lo que –en la práctica- es también una clara amenaza”.