El Derecho Animal en América Latina, ¿qué nos falta?

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Al hacer un balance de nuestros tiempos actuales, un elemento que destaca dice relación con el protagonismo paulatino de los derechos de los animales y su defensa manifestando, entre otros elementos, con la consolidación del derecho animal como rama jurídica. Frente a este escenario, surge la interrogante ¿cuánto hemos avanzado? y ¿qué falta a nivel teórico y práctico?

De acuerdo a los especialistas, en los últimos 30 años se ha desarrollado un esfuerzo constante, especialmente por parte de la sociedad civil, de trabajar por los derechos de los animales y eso el ámbito jurídico lo ha reflejado mediante el llamado derecho animal. Al definirlo, el abogado Arturo Berlanga, especialista en derecho animal y director de Animanaturalis México, señaló: “hablaría de un conjunto de reglas, de normas que van encaminadas hacia la protección de los animales, hacia condiciones de bienestar, hacia considerarlos como sujetos de derecho básicamente y en esa parte otorgarles una diversidad de derechos, es decir, pasar estos últimos  desde el plano teórico al plano jurídico para su aplicabilidad”, indicó Arturo, en entrevista con epanews.cl.

Por su parte, la abogada María Celeste Jiménez, Magíster en Derecho Penal y presidenta de Animanaturalis Chile, cree importante diferenciar propósitos al momento de hablar respecto a los animales y sus derechos.

“Yo preferiría hablar, que es como la forma más correcta de derechos animales, más que de derecho animal. Porque se tiende a entender que, esto también se puede buscar entre diversos documentos, el derecho animal es más bien la rama que se encarga no de protegerlos, sino de utilizar a los animales: esto pues es una rama creada por el ser humano para regular la forma en que utiliza o usa a los animales de otra forma. En cambio, los derechos de los animales, es la rama de la ciencia del derecho que estudia aquella normativa de todo tipo, -desde constitucional, administrativa, legal, etc., en todas sus formas -, que regula la protección de los animales con mira a ser considerado sujeto, o sea, en los derechos animales tú estarías hablando de los derechos que tienen los animales o de las prerrogativas que se imponen a los humanos en favor  de los animales para evitar su maltrato. Tiene otra mirada los derechos animales y por eso cuando yo hablo de animales sujetos de derechos, no es lo mismo que cuando yo hablo de derecho animal”, puntualizó María Celeste, quién también es especialista en derecho animal.

En este sentido, un elemento coincidente entre ambos expertos dice relación con la necesidad, a nivel normativo y de políticas públicas, de trabajar en la aplicación y fiscalización de las normas. Al respecto, Berlanga comentó: “si bien se ha visibilizado el tema de los derechos humanos de los animales, desde mi perspectiva, se ha avanzado en el papel, realmente, en el plano normativo, pero se ha reflejado muy poco en la aplicación, pero al menos positivamente  se ha colocado ya en la mesa de los debates, se ha visibilizado mucho más el tema. Creo que, esto, se ha avanzado más a nivel sociedad que a nivel gobiernos y autoridades, estoy hablando en el caso de México, no puedo referirme a todos los países en Latinoamérica”, reflexionó Arturo.

Siguiendo con el punto, la abogada Jiménez dijo: “ en Chile particularmente, lo que falta es tomar decisiones, pero  también a la luz de mejores  definiciones obtenidas a partir de la depuración de la norma y hacerla más operativa, o sea, todas las leyes  que hay en Chile de cuestiones animales son dudosamente de derechos animales, yo te diría que son más bien de derecho animal y es una normativa que busca demagogia:  esto porque le están vendiendo algo a  la gente que no es lo que realmente sueña  y mucho  menos lo que los animales necesitan, son intentos  de algo, pero intentos sin una concreción. ¿Dónde nos encontramos con el porrazo?, cuando tú quieres aplicar la norma :no tienes un vínculo valórico, valórico – ético ¡claro! con que aplicarla. Por eso es que es tan importante la lucha por los animales en la Constitución. Y bueno, para que decir la implementación de cada una de esas normas, pasa por lo mismo, si tú no tienes valores detrás y algo, no tienes un servicio público con orientación clara, si creáramos un servicio público tendríamos que sentarnos a conversar de que es lo que queremos -forzar a esa conversación incomoda de bueno qué es lo que estamos protegiendo y sentémonos,   metámosle lucas a la cuestión, personal, plata e institucionalidad y todo  y eso es la conversación que yo pretendo forzar en Chile”, manifestó María Celeste.

Uno de los grandes anhelos desde el animalismo es hablar de los animales como sujetos de derecho, tópico donde, a juicio de Berlanga, para lograrlo se debe trabajar en la aplicación de la normativa que se establece desde un ámbito jurídico-teórico. “Al hablar de los animales como sujetos de derecho, creo que falta para llegar a esos términos sociales y jurídicos, es la aplicación de las leyes , o sea, siempre lo he sostenido que una ley si no lo dotas, tenga  presupuesto para aplicarse, si una ley no la cumples y si no capacitas a las personas que deben de hacerla cumplir es letra muerta. Más más allá del romanticismo o idealismo jurídico en dotarlos de toda una legislación ideal y a veces quizás un tanto utópica, soy más realista en cuanto que a los derechos que ya tengan se cumplan. Entonces eso falta, por lo menos aquí en México, esperamos que las  cerca de 133 dependencias de gobiernos asociadas a  este tema, realmente hagan lo que tienen que hacer como facultades legales y no lo que nos han respondido que se declaran incompetentes de la materia, cuando son sujetos obligados en la materia, entonces, imagínate de estamos hablando”, concluyó Arturo.

En definitiva, ya hay camino avanzado al establecer una serie de normas que buscan proteger a los animales, mas nos falta mucho camino por recorrer buscando que estas no solamente se transformen en un conjunto de buenas intenciones con una difícil aplicación y desarrollo. Desafío respecto al cual estamos todos llamados a colaborar.

Colaboración: Belén Villalobos Cabrera.