#MAULE Provincia de Curicó enfrenta una de sus temporadas más secas, en el contexto de una crisis hídrica

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30 de Septiembre 2019

Desde el año 1950 no se presenciaba una crisis hídrica de este nivel en la zona del valle de Curicó, por lo que el experto en cuantificación de consumo de agua de especies frutales y vid vinífera, con estudios de evaluación del estrés hídrico, Doctor en Ciencias Agrarias y académico de la Universidad Católica del Maule, Mauricio Zúñiga, entrega recomendaciones para hacer frente a la situación actual, donde los cultivos serán los más perjudicados.   

Se habla de que este fue el invierno más seco de los últimos 70 años y que en el 2040, Chile podría ser uno de los 25 países con mayor escasez hídrica a nivel mundial. La situación es alarmante, según datos de la Dirección Meteorológica de Chile, donde estaríamos en presencia de la temporada invernal con menos lluvias en Curicó: las cifras hablan de que este 2019 precipitaron 83,2 mm, muy inferior por el promedio de 393 mm, que eran habituales en la zona.

Al respecto, Mauricio Zúñiga académico de la Escuela de Agronomía de la Universidad Católica del Maule, que cuenta con 12 años de experiencia en investigación en cuantificación de consumo de agua de especies frutales y vid vinífera, con estudios de evaluación del estrés hídrico y Doctor en Ciencias Agrarias, explicó que una de las principales consecuencias del cambio climático global ha sido la baja constante en el nivel de precipitaciones en gran parte del territorio nacional.

“Los registros de precipitación acumulada en la ciudad de Curicó la indican como una de las temporadas más secas desde el año 1950.  Según las proyecciones climáticas entregadas por la dirección meteorológica de Chile, se espera que para el trimestre septiembre-noviembre las condiciones de precipitaciones sigan bajo lo normal, mientras que las temperaturas máximas serán mayores desde Arica a Puerto Montt. Adicionalmente, los niveles de nieve acumulada en la cordillera descienden año tras año”, puntualizó el experto de la UCM.

Lo anterior implica una gran problemática para la agricultura, ya que se dispone cada vez de menos recursos hídricos para riego y consumo de agua, pero lo que más preocupa a los expertos es que debido al aumento de temperatura, el consumo de agua de los cultivos también aumenta, lo que agudiza la crisis para la agricultura nacional.

“El agua es el insumo fundamental para el éxito de cualquier producción agrícola. Someter a las plantas a niveles de estrés hídrico en cualquier etapa de su desarrollo, disminuye automáticamente su potencial productivo, especialmente cuando este estrés hídrico ocurre en periodos claves como son floración y cuaja, en el caso de frutales. La falta de acumulación de agua en el suelo durante el periodo de invierno implica en muchos casos la necesidad de adelantar el primer riego y así aportar el agua necesaria para un correcto inicio de temporada”, detalló el académico de la UCM.

Según explicó el académico UCM, considerando las condiciones actuales, es necesario aumentar aún más la superficie de riego tecnificado- que aporta mayor eficiencia- en desmedro de los tradicionales riegos por surco o tendido.

“Adicionalmente, es fundamental que los productores establezcan sus programaciones de riego de manera eficiente, a través del uso de diversas herramientas que están hoy día disponibles y que permiten hacer riegos establecidos de acuerdo a las demandas de agua real del cultivo, evitando su uso excesivo.  El uso de calicatas y sensores de humedad de suelo son de gran ayuda para poder hacer una programación de riego eficiente”, acotó Mauricio Zúñiga.

Debido que las proyecciones climáticas indican que este problema no está lejos de desaparecer, sino más bien se puede ir intensificando en los años, el docente UCM, sugiere tomar medidas como aumentar el número de hectáreas con riego tecnificado, así como también la cantidad de embalses. “El ejemplo de lo que hoy ocurre entre las regiones de Coquimbo al Maule, debe ser considerado por las regiones vecinas del sur para que estén mejor preparados para un futuro menos favorable que el actual en términos de disponibilidad de agua para riego”, argumentó.