Estudiante de Biología Marina UCSC se desenvuelve como agente de cambio ecológico en su comunidad

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Darling Troncoso Vega, de tercer año de Biología Marina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), participa en la organización estudiantil Cato Verde y forma parte de un grupo familiar con trayectoria en el reciclaje y la ecología.

Desde muy temprana edad, Darling está muy relacionada con el mundo del reciclaje y el cuidado del medio ambiente. Su madre maneja un emprendimiento donde recicla lanas y crea telares con ellas, llamado “Telvita Creaciones”.

Siguiendo la línea familiar, su tía abuela, Elvira Bravo, formó un comité ambiental en el sector Boca Sur. “El comité se conformó hace unos 12 años, y ellos son los precursores del reciclaje en San Pedro de la Paz y recién formaron el Sindicato 1 de Recicladores de San Pedro de la Paz”, contó Darling.

Esta motivación y gusto por el reciclaje podría ser considerado una herencia. “Según las historias que me contaba mi tía, su madre no botaba las bolsas y recogía las cosas que podían ser reutilizadas. Fue criada bajo el lema de que la basura no pertenece a la naturaleza, y que hay que intentar dar un segundo uso a los residuos”, relató la estudiante.

En el Comité Ambiental “Quiero mi Barrio Boca Biobío Sur” se reciben los residuos domiciliaros de los vecinos del sector, y luego se venden a empresas que los procesan para ser reutilizados. “Se reciben los residuos clásicos como cartón, latas y vidrio. Pero también algunos residuos que no son comprados por las empresas, simplemente por la necesidad, como las pilas. Además, también restauran algunos muebles o cosas que podrían resultar útiles para alguien y luego los regalan”, detalló.

El comienzo de su camino como agente de cambio

Bajo esta línea de crianza, para Darling no fue un problema saber sus áreas de interés ni motivaciones, sin embargo, antes de tomar la decisión de estudiar Biología Marina, cursó un trimestre de Ingeniería Civil en Minas. “Al principio, decidí estudiar ingeniería por mi bienestar económico. Vengo de un sector bastante precario en San Pedro de la Costa, y era una oportunidad de surgir. Pero esa carrera no me llenaba en lo absoluto. En mi familia hay un lema, que es que tienes que hacer lo que te hace feliz, y yo sabía que quería estudiar Biología, me encanta el mar, me crie en una costa y siempre me motivó gestionar proyectos para poder mejorar el mundo de la sustentabilidad y el reciclaje”, comentó.

En esta línea, Darling se unió a la agrupación estudiantil Cato verde. Sobre esto, detalló: “Estamos trabajando en un proyecto muy interesante llamado Centro Educativo de Valorización (CEV). En uno de los dos módulos, hablamos y enseñamos sobre los tipos de reciclaje, sus normativas, tipos de residuos y los tipos de “R”. En el otro, revalorizamos las tapitas de botella (PET 2). Aquí postulamos a proyectos y trabajamos en conjunto con Dirección de Innovación, Núcleo Científico Tecnológico, Facultad de Ciencias, Centro de Estudiantes de Pedagogía Básica y Sello de la UCSC, y buscamos fondos para poder comprar una trituradora y otros implementos que permitan desarrollar el proceso”.

Es en este punto donde se interseca la vida familiar y la estudiantil de Darling. “Junto a mis hermanas creamos el Grupo Alma y somos gestoras culturales. Encontramos la manera de concientizar a la comunidad a través de la música entregando un mensaje de respeto por la vida y la naturaleza. Realizamos el evento Por amor al arte, en donde el amor mueve a cantantes, poetas, malabaristas, muralistas, entre otros artistas que colaboran con sus diferentes talentos, nos reunimos en plazas o canchas para plantar árboles o pintar muros con un mensaje bonito y útil para la comunidad. Invitamos a los vecinos que tengan emprendimientos y también al Comité Ambiental, para que tengan un espacio para educar a la población y dar a conocer su trabajo. Al llevar arte al barrio ayudamos a poner fin a las desigualdades sociales y generamos una cultura de sustentabilidad que va más allá de solo reciclar”.

La estudiante señaló que “hay mucho que trabajar aún, si bien, se hacen recurrentemente actividades llamativas como limpieza de playas o trekking, también hay que ver la problemática de la salud mental. Yo creo que eso influye en como las personas cuidan su entorno, por ejemplo, las personas que fuman y botan las colillas al suelo. Siento que hay bastante trabajo por hacer, y quiero dar todo lo que tengo para ofrecer, de manera positiva, y así poder ser parte de un cambio más grande”.

Finalmente, Darling Troncoso hace un llamado a concientizar sobre el cuidado de la naturaleza. “Me gustaría invitar a todas las personas a creer en el inmenso valor que poseemos como seres vivos, que la mejor manera de ocuparnos de nuestra salud es cuidar de la naturaleza y que dejamos raíces cuando hacemos para lo que fuimos creados: Amar y solo amar.”