#Tendencias El burro, el olvidado y maltratado animal que hoy suma defensores

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Se estima que los burros llevan unos 5 milenios ayudando al ser humano con las labores de carga y transporte. Basta mirar los libros de historia para saber que fueron domesticados ya en tiempos de los egipcios, y qué decir del rol que uno de ellos tuvo en la Biblia, transportando a María hasta el pesebre donde daría a luz a Jesús. Lamentablemente, en la actualidad este animal parece sufrir el olvido e incluso la explotación del ser humano.

Se cree que alrededor de 44 millones de burros, entre asnos y mulas, viven en el mundo. Una inmensa mayoría de ellos está en países poco desarrollados, ayudando a las labores de carga o agrícolas, y mientras la tecnología se va abriendo paso, pareciera existir una relación proporcional con la disminución del número de ejemplares de este animal: un granjero que acaba de adquirir una máquina, puede considerar que mantener al burro es más caro, así que lo abandona.

Eso pasó, por ejemplo, en Hawái, donde solo el año pasado, asociaciones proanimal buscaban urgentemente un hogar para 50 burros, de un total de 500 que fueron abandonados, y que solían trabajar en plantaciones agrícolas y cafeteras. Y una peor suerte corren estos animales en China, país en el que la industrialización ha disminuido a la mitad el número de ejemplares, y donde millones de estos animales han ido a parar a grandes ollas para producir lociones curativas.

Tal como informó hace un año el medio oficial People’s Daily -o El Pueblo en Línea-, la piel de burro es la materia prima para conseguir “ejiao”, una especie de gelatina utilizada en la Medicina Tradicional China, para combatir males como la anemia, la tos seca o el mareo. Anualmente, China produce 5 mil toneladas del tónico curativo, para lo que se necesita 4 millones de pieles de burro, en un país donde actualmente se cree, solo queda un suministro de 1 millón 800.

Tal situación ha desarrollado todo un mercado negro de burros desde África, donde varios países han prohibido la exportación de este animal, tras ver cómo disminuían en Estados donde aún son necesarios para el transporte y agricultura. En Sudáfrica incluso, el Consejo Nacional de Sociedades para la Protección de los Animales (NSPCA, por sus siglas en inglés), lanzó un comunicado donde aseguraba estar “horrorizado al confirmar que los burros son las más recientes víctimas del comercio de partes de animales”.

Platero, tú nos ves, ¿verdad?

El burro, aquel animal que enamoró a los lectores de Juan Ramón Jiménez y su “Platero y yo”, tiene aliados en medio de tantas malas noticias. Un ejemplo es The Donkey Sanctuary, una organización británica que lleva más de 40 años cuidando a los burros de Gran Bretaña y ayudando a rescatar a estos animales en otros lugares del mundo.

Asimismo, en agosto del año pasado, 77 veterinarios se reunieron en el 4° Simposio anual de Bienestar del Burro, en la Cornell University, para hablar sobre los principales problemas que enfrenta este animal en la actualidad, como el tema del “ejiao”, el maltrado y la falta de cuidados o, en otras palabras, el abandono.

Fuente: Emol