Estudio analizará el estado del Lago Chungará en Arica y Parinacota

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La investigación es parte de un proyecto ANID que busca implementar investigación en lagos del norte y centro del país, con énfasis en el cambio climático y la megasequía.

La megasequía que está viviendo el país desde hace más de una década, caracterizada por un déficit de precipitaciones del orden del 30 a 50%, tiene graves consecuencias sobre la disponibilidad de agua. Esto, ha motivado a la comunidad científica a tratar de entender cuál es el estado de este recurso vital tanto para mantener el bienestar social como la vida de los ecosistemas.

Dada la importancia de los lagos andinos como reserva de agua dulce, el Dr. Sergio Contreras, académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), participa en una iniciativa que tiene por con el objetivo analizar el estado de lagos y lagunas andinas en el norte y centro de país. La idea es estudiar diferentes parámetros ambientales y climáticos para luego contrastar los resultados actuales y compararlos con el pasado reciente (20 a 50 años). “Además, estamos reconstruyendo los cambios en el nivel del lago a partir de imágenes de satélite para los últimos 40 años, información que permitirá tratar de entender las consecuencias de la megasequía actual en la disponibilidad de agua”, señaló el Dr. Contreras.

El Lago Chungará, es uno de los tres lagos principales del proyecto titulado:”Past and present impacts of megadroughts in high Andean lakes of northern and central Chile”. En él se espera realizar un monitoreo de los cambios estacionales de la materia orgánica. El Lago Chungará está ubicado en la región de Arica y Parinacota, se encuentra a 4500 metros de altura. Por su ubicación, significa un desafío, ya que el acceso debe ser coordinado con la Corporación Nacional Forestal (CONAF), se debe gestionar el acceso a un bote y tener presente el potencial problema que puede significar trabajar a esa altura.

Estado de los lagos en el norte

El análisis reúne a distintos investigadores nacionales de la Universidad de Tarapacá, Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de Chile y Corporación Instituto de Ecología y Biodiversidad, además de la UCSC. Entre la información que el proyecto financiado por ANID, aportará, incluye la determinación de la batimetría, perfiles de salinidad, conductividad, parámetros físicos, toma de muestras de sedimento del fondo del lago, muestras de zooplancton y material particulado, todos ellos fueron parte del muestreo de la última campaña al Lago Chungará.

“Hay hipótesis relacionadas a que existe aporte de material terrígeno a estos lagos que aumentaría al estar disminuyendo su nivel. Queremos identificar si el espejo de agua varía en cada lago y relacionarlo con el aporte de material terrígeno”, explica el Dr. Sergio Contreras.

Entender los impactos ecológicos y climáticos en el presente y en el pasado de las megasequías en lagos andinos del norte y centro de Chile,  es el principal objetivo del estudio. Esto, pese a la presencia de lluvias en los últimos años, ya que todavía existe un déficit evidente. “Queremos ver si hay algún cambio en el aporte terrígeno detectado en la estructura de lípidos y otros indicadores geoquímicos. Hay pocos estudios sobre esta temática”, señaló el académico.

El proyecto se debe realizar durante un año. Luego de la toma de muestras en terreno, muestreos que aún continúan hacia el sur, ahora comenzarán los análisis en los distintos laboratorios de las universidades participantes. “Queremos difundir los resultados, para informar a la gente. Pensamos colocar los resultados en una plataforma vía web interactiva, de acceso a todo público, no sólo científico, para que se involucren y conozcan. Además, queremos proponer una especie de monitoreo al futuro”, comentó el Dr. Contreras.

Finalmente, el carácter interdisciplinario es el aspecto que más destaca el Dr. Contreras, ya que se obtendrá un diagnóstico global del estado de los lagos considerando diversas disciplinas científicas. “Tenemos un año para generar la información. Integrar e involucrar a todos los investigadores es un gran desafío. Se considera el zooplancton, organismos bentónicos, aspectos hidrológicos, análisis de isótopos o lípidos. De hecho las salidas a terrenos son un muy buen medio para que el equipo se conozca más y aumente la interacción”, destacó.