¿Cómo deberíamos enfocar el trabajo por los animales y la defensa de sus derechos, en el Chile post plebiscito de salida?

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Al hablar sobre la realidad actual de nuestro país, claramente un elemento que destaca dice relación con el proceso constituyente y los resultados obtenidos tras el plebiscito de salida, acaecido el pasado 4 de septiembre, donde más de un 60% de los chilenos rechazaron la propuesta constitucional que contenía en su articulado referencia a los animales estableciendo, entre otros, los ejes de sujetos especial de protección y la educación basada en la empatía. Frente a esta realidad, surge la pregunta de ¿cómo deberíamos enfocar el trabajo por los animales y la defensa de sus derechos, en el Chile post plebiscito de salida?, una interrogante que diversos actores respondieron tras ser consultados por epanews.cl. 

Bajo este contexto, respecto a cómo enfocar el trabajo durante los próximos meses y años, el abogado Israel González, académico de la Universidad Central Región de Coquimbo y Magíster en Derecho Animal y Persona de la Universidad Autónoma de Barcelona, señaló: “si bien actualmente se tramitan varios proyectos de ley que se relacionan con una mejora en la situación jurídica de los demás animales -los no humanos-, es importante no abandonar la idea de protegerlos a nivel constitucional, ya sea a partir de una reforma o un eventual nuevo proceso constituyente. Esto es así pues la jerarquía normativa de las constituciones permite irradiar sus efectos a todo el ordenamiento jurídico, y comenzar a discutir sobre los límites de nuestros derechos fundamentales en relación a la protección que le otorgamos a estos seres vivos. En esta línea, creo que es importante que el movimiento animalista asuma como tarea fundamental sensibilizar a la sociedad y al mundo político acerca de la importancia de la constitucionalización“, comentó González. 

Por otra parte, la abogada María Celeste Jiménez, presidenta de Animanaturalis Chile, puntualizó: “debemos trabajar, primeramente, en lo que nos une: esto es cambiar de base la condición jurídica de los animales, hay harto consenso entre los grupos que trabajan por todos los animales como caballos -cerdos o perros al respecto, al igual que estamos de acuerdo que se debe seguir insistiendo sobre una mayor institucionalidad estatal respecto a los animales que conlleve una mayor disponibilidad de recursos para un interés humano y ciudadano totalmente. Esto último se expresa no sólo en que hay más de dos millones de perros y gatos inscritos en el Registro Nacional de Mascotas sino también que están proliferando los santuarios para los otros animales como los cerdos o las vacas, los otros animales”, dijo María Celeste. 

Imagen referencial

Asimismo, acotó la representante de Animanaturalis Chile, “muchas veces nos concentramos en pedir que se solucionen cuestiones que ocurren a diario, pero olvidamos de poner el foco en exigir una mejor gestión estatal frente a los animales, que la Fiscalía aplique el delito de maltrato animal y lo investigue en las denuncias que se hacen. Quiero recalcar la importancia estatal respecto a los animales, porque por ejemplo el Estado no ha hecho ninguna gestión como tampoco ha dispuesto de recursos para construir un centro de rescates para grandes mamíferos y ante eso la comunidad, la sociedad civil, hace acciones para ir en ayuda de los animales; ante eso desde el animalismo debemos desarrollar la capacidad de pedir e involucrar a las autoridades en las tareas”, indicó Jiménez. 

En tanto, Beatriz Albornoz, CORE de la Región Metropolitana, expresó: “un foco es presionar para que se implemente en forma correcta leyes actuales como la  de Tenencia Responsable, que toda Municipalidad emita los reglamentos basados en esta norma. También, por mi parte desde el Gobierno Regional, estaré apoyando proyectos que sean a beneficios de los animales, como el programa que tendremos muy pronto Cuidado con el Perro 3 que debe generar mayor concientización de estos temas en la sociedad”, manifestó Albornoz.

Declarar a los animales como seres sintientes, ¿un camino a seguir?

Analizando la contingencia animalista en Chile, uno de los puntos que sale al debate dice relación respecto a si debemos seguir luchando por la inclusión de los derechos de los animales en instancias como la Carta Magna o en su defecto concentrar las energías para que los peludos no sigan siendo considerados cosas semovientes. Es importante recalcar que ésta última categorización está establecida en el artículo 567 del Código Civil. 

Frente a lo anterior, existe concenso entre los especialistas en el sentido de que si bien es un aspecto positivo consignar la sintiencia a nivel de legislación, como lo propone una iniciativa legal promovida desde la Fundación Vegetarianos Hoy, no genera, a la larga, un cambio real en la protección de los animales.

En este sentido,  González reflexiono: “la evidencia científica demuestra de manera contundente que los demás animales son, al igual que nosotros, seres sintientes. Se trata de una cualidad propia de un gran número de seres vivos que pertenecen al reino animal. Que el Derecho reconozca esa realidad resulta muy valioso, pero en ningún caso es suficiente para alcanzar una protección contundente de estos individuos. En efecto, la experiencia comparada nos muestra que a pesar del reconocimiento de la sintiencia animal, ellos siguen sometidos, con matices, al régimen de propiedad, concebidos en definitiva como cosas. Por ello, creo que es importante aspirar a fórmulas más robustas de descosificación. Una de ellas podría ser reconocerlos como sujetos, personas no humanas. titulares de derechos, etc”, afirmó el académico de la Universidad Central Región de Coquimbo. 

En línea con lo anterior, María Celeste enfatizó: “le estaríamos dando la razón a la derecha si seguimos apoyando ese proyecto, el cual fue debatido y votado días antes del plebiscito en el Congreso sirviendo, a la larga, como argumento al rechazo para argumentar que se estaba trabajando por los animales y no era necesario consignarlos en la Constitución. La sintiencia no cambia la condición jurídica de los animales, pues si yo cambio el Código Civil y pasó a decir que ese objeto (refiriéndose a los animales) pasa a ser sintiente yo, a la larga, no estoy cambiando la condición jurídica del animal – en derecho existen las personas naturales y las jurídicas, ante eso lo correcto es crear una categoría de persona no humana que va en diálogo con esto de sujetos de derecho-.  Hablar de sintiencia no reconoce bajo ningún contexto  la individualidad de los animales, no se le da la categoría de persona. No cambian las cosas para ningún animal”. 

Animales y naturaleza , un diálogo que falta 

Pese a que durante los últimos años se han generado instancias de conversión entre los movimientos de protección animal y medio ambiental, muchas veces dichas conversaciones no fluyen por diversas circunstancias. Una realidad que debe cambiar, afirman los actores del mundo animalista, pues todos vivimos en el mismo planeta y somos parte de un ecosistema. 

De esta forma, Israel comentó: “es lamentable que todavía se perciba una incompatibilidad entre ambos movimientos, sobre todo al considerar propuestas teóricas muy contundentes que han logrado concebir un ambientalismo antiespecista, en que se logra compatibilizar la protección de la naturaleza y los seres sintientes. En este sentido, son valiosos, por ejemplo, los aportes del ecofeminismo y del paradigma de la complejidad” afirmó González. 

Continuando en esa línea, Beatriz cree que el camino es dejar fluir los procesos pues, en definitiva, “creo que forzar un diálogo no es lo adecuado, así como otras veces nos hemos cruzado en el camino, un trabajo más coordinado debe construirse de forma natural, sin forzar, encontrándonos y poniéndonos de acuerdo en temas puntuales, conversando y exponiendo nuestras diferencia sobre una base de confianza que sólo la puede dar en la acción concreta en puntos de interés de ambos mundos”, comentó la consejera regional. 

Por su parte, la jurista Jiménez piensa que el desafío es generar espacios de interacción entre ambos mundos. “No se conversa entre los dos mundos, porque no hay instancias para conversar o estas se dan por iniciativas de personas o grupos. Por ejemplo, yo estoy participando en un grupo de expertos de la ONU, llamado Harmony with Nature, donde vemos la protección de la naturaleza y los animales concluyendo, entre otros puntos, que los animales no humanos son parte de los ecosistemas; somos de la idea que debemos darle el carácter de sujeto a la naturaleza, establecer sus derechos, donde la naturaleza tuviera su propio carácter con sus piernas, pies y órganos que son los ecosistemas: dentro de ellos tenemos a los animales como un conjunto, no sólo perros y gatos, que generan el equilibrio de esos ecosistemas. El no conversar entre esas dos áreas no significa que no exista el vínculo, pasa a veces que como la gente no tiene mucho contacto con la naturaleza pasa a ser un elemento no significativo y se sensibilizan más con los animales no humanos. Son ellos, precisamente, los que ayudan a generar esa reflexión y vínculo con la naturaleza”, concluyó María Celeste. 

A la luz de los antecedentes, podemos afirmar entonces que el desafío reside en trabajar por los animales no sólo desde la emergencia que conlleva el rescate de los peludos abandonados y maltratados, una tarea muy noble, sino también concentrar los esfuerzos para que sus derechos estén presentes en una nueva Carta Magna y también se trabaje bajo el prisma de una protección integral animal, la cual dialogue de forma constante con la naturaleza.