Claudia y campaña para prohibir las carreras de galgos en Chile: “No es un perro que nació para competir”

0
459

Hace algunas semanas en  Argentina, luego de una intensa discusión, se aprobó la prohibición de las carreras de perros galgos marcando un importante camino en la historia de defensa del bienestar de dicha raza de canes que, según denuncian representantes del mundo de la protección animal, son sometidos a maltrato animal en los entrenamientos y desarrollos de las carreras de dichos canes.

Bajo  este contexto, en países como Uruguay y Chile, tomando como referencia la experiencia argentina, han iniciado campañas para en el mediano plazo lograr la prohibición de las carreras a lo largo y ancho de los respectivos territorios nacionales. Todas estas iniciativas son impulsadas y apoyadas por la ONG Libera.

En el caso de Chile, se lanzó a comienzos de Diciembre la campaña que tiene como fin la prohibición de las carreras de galgos en Chile. Una de las primeras acciones de la campaña fue la creación de un petitorio de firmas online mediante la aplicación change.org, que tiene como fin mostrar a las autoridades el respaldo ciudadano a la iniciativa.

Los objetivos y pasos de la iniciativa lanzada son explicados en detalle por Claudia, encargada de campaña y miembro de Libera Delegación Chile, en entrevista con EPA news.

Cuéntanos, ¿cuáles fueron las motivaciones para lanzar esta campaña de Misión Galgo y la plataforma Libera?.  Tenemos entendido que Libera es una organización que se inicia en España

“Libera es una ONG internacional que, poco a poco, está formando  delegaciones en distintos países, donde el objetivo común es trabajar en pro de la defensa de los derechos de los animales”.

¿Por qué nace la idea de visibilizar cuál es la realidad de los galgos acá en Chile?

“Nace a partir de la prohibición de carreras de galgos en Argentina.  Al ver que eso fue sumamente positivo, sentimos que ya era hora de intervenir en Chile y Uruguay, países en los cuales se sabe que el mercado de los perros galgos está creciendo a pasos agigantados.  Acá en Chile tenemos alrededor de 200 canódromos. En una cultura oral y adictiva como la nuestra, si no se frena a tiempo, de aquí a 5 años más va a ser horroroso”.

Los canódromos, ¿son los lugares donde corren los perritos?

“Si, son los lugares donde corren los perritos. Son un poco más de 200 los que tenemos contabilizados, algunos con patrocinio de empresas, en donde se mueven millones de pesos”. “Es un tema preocupante, porque nuestra cultura es muy adictiva, entonces, desde esa lógica estamos frente a un fenómeno cultural que puede ir en aumento y con ello el maltrato hacia los galgos, más de lo que ya existe hoy”.

Hablas que en las carreras de galgos hay maltrato, ¿de qué forma se da ese maltrato?

“El maltrato no es tan visible para el común de la gente.  ¿Qué dicen los galgueros?

“Los galgueros dicen que existe una naturaleza del animal para correr. Nosotros creemos que todos los perros tienen esa necesidad de correr, pero no de competir que es la diferencia. Ellos defienden  esta actividad, diciendo que es parte de la naturaleza del animal”.

 ¿Por qué nosotros vemos maltrato?.  Está en la cantidad de galgos abandonados, al entrar al mundo animalista te encuentras con gente que rescata galgos y es bastante. Los galgos presentan las mismas condiciones de salud: problemas a los huesos, fracturas generalizadas. La vida del galgo es muy corta, sobre todo la del galgo de carrera, y es también el maltrato que más vemos, aunque ellos lo nieguen, el maltrato está en la cantidad de droga que les inyectan disfraza de tratamientos,  por ejemplo, la estricnina la venden como Keton 12: son psicoestimulantes para que el animal pueda desarrollar más velocidad, más de la que el cuerpo puede resistir. Por eso cuando ellos corren y chocan, muchas veces terminan lesionados”.

Entonces, ¿cuál es la necesidad de provocar eso?, ¿cuál es la necesidad de hacerlos correr? La necesidad de ellos es una apuesta. Es la “diversión” por una apuesta y la posibilidad de obtener un premio económico, no miden consecuencias negativas para el animal, no dimensionan que puede haber maltrato, que provocar lesiones es una forma de maltrato. Nosotros tenemos claro que el maltrato está presente en todo lo que rodea las carreras de galgos  y  que siempre va a estar presente, mientras se les obligue a competir por una apuesta.

Los entrenamientos son súper duros, porque se les saca un trote más allá de las capacidades propias del animal, siempre van a estar sometidos a explotación, a largos entrenamientos, tienen que rendir y ser veloces, porque son una inversión que tiene que dar ganancias. El animal es visto como un objeto que sirve para algo y se le prestan los cuidados para ese fin, en animal solo es funcional. Es como cuidar  cualquier objeto de valor, porque entrega un cierto placer y utilidad, pero, cuando ya no sirve  se desecha y es eso lo que pasa con estos animalitos. Está constantemente pasando.

La cantidad de galgos que se encuentran botados en sitios eriazos, donde no tienen posibilidades de sobrevivir, es altísima en Chile”.

En España es impresionante ver la cantidad de perros galgos abandonados

“Si y en Australia y Argentina también. Encontrar galgos ahorcados y quemados en los campos es muy común; encontrar galgos abandonados en estado extremo de desnutrición también es común y te das cuenta que llevan mucho tiempo en ese estado. Da la impresión, que al galgo que ya no sirve, se le castiga con el abandono.

Hay un cierto poder económico detrás de las carreras de galgos y que arrastra a una masa de gente que no tiene ese poder económico;  te encuentras con adolescentes que se esfuerzan por comprar su perro galgo, pero sólo con el objetivo de competir, tienen la ilusión de que van a ganar mucho dinero. Entonces si ese galgo no sirve o no cumple las expectativas, van a adquirir otro.

El mercado de los galgos en Chile ha crecido mucho, sobre todo los criaderos y los canódromos, las apuestas parten desde los 5.000 y las entradas tienen el mismo valor,  asisten familias completas a los canódromos que se llenan casis todos los fines de semana. Hay un negocio millonario en todo este mercado que usa a los perros; hay galgos que tiene el valor de un millón de pesos y si los padres son campeones el precio sube”.

En el incendio que afectó a Valparaíso en el 2014, donde varios cerros se vieron incendiados, una persona publicó un caso que se le había perdido a su perrito y lo estaba buscando desesperadamente. Incluso, diversas agrupaciones pro animal lo apoyaron. Cuando se revisó su Facebook, se vio fotos en que el sujeto salía posando con su perro mientras se cruzaba, decía en la imagen  miren a mi campeón. Se supo que el individuo estaba metido en las apuestas  y, por eso, se bajaron todas las publicaciones: no se sentía un lazo afectivo, se percibía que lo necesitaba para entrenarlo

“Sí, es como cuando te roban una bicicleta: necesitas recuperarla porque te presta una utilidad y un servicio, solo hay un aprecio por ese objeto. No hay un afecto o un vínculo que sea real, y es el patrón que encuentras en el femicida, parricida, es el patrón que encuentras en todos los casos de maltrato de todo tipo: yo la amo, yo la quiero bajo una lógica de posesión, si no es mía no es de nadie. Eso es lo que hay detrás de todo caso de maltrato.

En el “amor” hacia los galgos es lo mismo. Ellos te hablan de pasión, que los aman y los cuidan más que a sus hijos y solo vemos posesión y utilización y cuando ya no sirven viene el problema”.

Eso está pasando en Argentina, en que a raíz de la prohibición de las carreras comenzó la matanza de perros galgos

“Si, comenzó la matanza de perros, por parte de los galgueros,  demostrando un poco su ira porque les prohibieron algo que ellos consideraban que era una tradición.

Ese es otro punto importante, acá en Chile no puede ser considerado  tradición: no tiene muchos años y tampoco es un deporte, porque no hay una interacción directa entre un humano y un animal como se da en la equitación o en las carreras de caballos. En las carreras de galgo no existe esa interacción cercana entre el humano y el animal”.

Bajo ese contexto, la campaña que ustedes están impulsando como Libera Chile ¿cuáles son las acciones que contempla?

“Nosotros primero hicimos un diagnóstico, vimos que pasa en Chile en relación a las carreras de galgos y nos dimos cuenta que es un tema que no está muy visibilizado, sólo el mundo animalista y los galgueros saben que hay carreras de galgo, el común de la población no tiene idea y hasta lo encuentran pintoresco, porque no conocen lo que hay detrás de este mercado; también observamos que dentro del mundo rescatista, constantemente se rescatan galgos, pero están vistos como casos dentro del maltrato animal habitual al que se enfrentan a diario. No están considerados por la particularidad de que el galgo es abandonado después de prestar un servicio, en cambio, el perro que es abandonado porque le molestó y/o incomodo a la familia no tiene la característica de haber sido explotado, esa es la diferencia.

Por lo tanto, una primera etapa de la campaña, es visibilizar este problema y darlo a conocer a la población. Estamos recopilando información y haciendo todas las gestiones necesarias en terreno, contamos con el apoyo de Proyecto Galgo Argentina.

Nos encontramos con la misma problemática en todos los países que explotan galgos. Hay grupos de más poder adquisitivo que mueven el negocio y atrapan a una masa, se genera un vicio y una “necesidad” que es difícil controlar. Con la prohibición de las carreras en Argentina, los galgueros están viniendo masivamente a competir a Chile y Uruguay, ven en estos países una posibilidad de continuar con su negocio y su vicio. Nunca van a reconocer que detrás de esto hay maltrato, es como si alguien que está maltratando a su hijo o pareja lo admitiera, jamás lo van a reconocer”

O dicen que sí, que lo hacen como todo el mundo. Que no es tanto, dicen

“Si, buscan la complementación y la excusa. El recurso que más usan es pero si yo lo amo y lo cuido, no hay un reconocimiento del maltrato”.

En ese sentido, la campaña contempla una primera etapa de visibilización e investigación para luego, ya en una segunda etapa, pasar a proponer los cambios de índole legal- jurídico  para llegar a la prohibición.

“Exacto, estamos con una campaña de recolección de firmas, paralelo a todo lo otro que estamos haciendo y una vez que esté visibilizado, se presenta el proyecto que va dirigido a los parlamentarios. La idea es dar cuenta de esta situación que viven los galgos y después proponer que se promulgue una ley de prohibición, vamos por la prohibición y no por la regulación: porque tenemos claro que desde la regulación las cadenas de maltrato continúan y por lo cual nosotros mismos estaríamos validando esas cadenas de maltrato. Es imposible regular”.

Pensando en lo que mencionabas en cuanto a un especialista que acredite el maltrato sufrido por los galgos como si el perro tiene fractura, los veterinarios serían los más encargados. ¿Cuáles han sido los acercamientos sostenidos con ellos, especialmente con el Colegio Médico Veterinario, que es un apoyo súper importante para visibilizar?

“Si, hemos tenido acercamientos con diversos veterinarios y etólogos. Hemos estado en contacto.

Acá ya hay casos que se están supervisando de galgos que han sido rescatados y que eran víctimas de maltrato. Lo que más se encuentra son galgos en estado de desnutrición, abandonados  en terrenos eriazos y como no cazan se mueren de hambre. También encuentras a otros con la musculatura desgarrada y los huesos muy dañados, se observa un daño generalizado en toda la estructura ósea. Vamos encontrando antecedentes que indican que son perros abandonados por galgueros y los mismos veterinarios te dicen que es una realidad que ellos saben que existe, así como también sabemos existe otra realidad galguera que nos los maltrata. También nos hemos enterado que en los canódromos del sur es habitual encontrar a un huesero para tratar a los perros lesionados.

Y ¿cuál es el trabajo que hace un huesero?

“Masajes, composición de huesos como lo hacen con los humanos. Todo muy artesanalmente y obviamente sin ningún tipo de preparación y anestesia, que evite provocar dolor en el animal”. .

Pero, nos imaginábamos, debe haber un veterinario en los criaderos, clubes…

“Si, en los criaderos hay  y también hay veterinarios que avalan las carreras”.

Y, ¿han podido localizar a alguno en las carreras?

“No, todavía no hemos podido dar con ninguno. Ellos saben que hay maltrato, tienen pactos de silencio entre ellos. En Argentina sucede lo mismo, aparece una especie de victimización también: ellos son las víctimas de esta situación, porque acusan se le está privando de su trabajo, es el recurso al que apelan los galgueros en Argentina, aseguran las carreras generan trabajo”.

Es lo mismo que se ve en los cocheros de Viña de Mar, donde, tras conversar con algunos de ellos, salen con el discurso de que ellos han invertido en la atención de los animales, mejorar las “condiciones” de la caballeriza – según sus palabras-. Al escucharlo, uno se pregunta ¿cuánto ganan y andan con ese discurso de que nosotros invertimos y la Municipalidad nos está regulando  mucho más?

“Claro, es trabajo fácil. Es como pensar que con las apuestas te vas a transformar en una persona rica, esa es la ilusión, pero en la realidad te das cuenta que no es así. Sabemos que hay un grupo menor que si se  enriquece con esto, son quienes mueven el negocio de las carreras, la venta de tratamientos, criaderos, canódromos, etc”.

Y en ese contexto, pensando en etapas posteriores, ¿ustedes tienen contemplados, sabemos que contempla un costo, realizar las gestiones correspondientes para rescatar o ayudar en el rescate de los perros galgos que eventualmente pueda ser abandonado producto de la eventual prohibición?

“La idea nuestra es cambiar, primero, la visión que se tiene del galgo: no es un perro que nació para competir, el galgo es un perro como cualquier otro que disfruta corriendo, el galgo es un excelente animal de compañía, es un animal súper dócil y sensible, además de tímido.

Tenemos que estar atentos a eso y contemplar la posibilidad de gestionar algo para rescate, seguro va a ser necesario, además de realizar un trabajo con la comunidad. Es un cambio cultural que va a requerir de tiempo”.

También hay otras problemáticas, como por ejemplo está prohibido que el señuelo sea una presa viva, muchas veces si se ocupan especies vivas y con lo cual hay maltrato animal: pues, por ser un conejo, termina al final muerto porque los galgos, obviamente, se los comen

“Así es, el adiestramiento, precisamente, es con presas vivas para estimular el olfato. Obviamente en las carreras no van a poner especies vivas, porque evidentemente eso generaría rechazo de parte del público. Sería un espectáculo muy cruel, sobre todo, pensando que asisten niños. Pero, se sabe que en los entrenamientos si lo hacen, además de largas horas de caminata donde muchas veces ellos van en sus respectivos autos, motos, bicicletas. Encontrar a galgos con sus patas destrozadas es común. El galgo es un animal que es explotado por todos lados: si esto no frena, tomando en cuenta lo adictivo que somos los chilenos, de aquí a un par de años más va a ser más difícil parar”.

¿Por qué?

“Porque va a aumentar la demanda, y con ello la oferta, lo que te lleva a la creación de más canódromos y criaderos. Sentimos que estamos a tiempo y tomándonos un poco de lo que pasó en Argentina, donde fue súper positivo todo el trabajo que se hizo, pensamos que ya es hora de actuar, porque además con la prohibición en Argentina, el mercado crece acá”.

¿Cuánto tiempo duró la campaña en Argentina para llegar al objetivo, la prohibición de las carreras?

“Fueron varios  años, partieron igual que nosotros: primero detectando el problema y visibilizando. También es un asunto de educación,  se debe educar a la población al respecto”.

Hay muchas personas que disfrutan de las carreras, es visualmente bonito para ellos

“Dicen chuta se cayeron, pero lo van a tratar. Entonces, no hay una conciencia de todo lo que hay detrás de las carreras: el consumo y entrenamiento al que someten al perrito para que sea más rápido, están todos convencidos que los galgos disfrutan corriendo, pero no saben que les hacen en las gateras, al estrés al que los someten cuando los transportan, el uso de anabólicos, etc”.

Insisto no está visible el maltrato, pero la cantidad de galgos botados en extrema desnutrición es un síntoma de aquello, son incapaces de sobrevivir,  aun pudiendo cazar, no lo hacen, parece que la vida de ellos es un encierro, entrenamiento y competir. Son perros esclavizados a los deseos humanos durante toda su vida y no tiene las herramientas para sobrevivir. En cambio, otros perritos que son abandonados y no vienen de esa historia de condicionamiento extremo, tienen un poco más de posibilidades de sobrevivir en las calles y peladeros”.

Lo que pasa es que, desde el lado de la conducta, le inhiben los instintos al perro dejándole sólo el olfato. Pero le inhiben su capacidad de cazar en forma natural, el de buscar el recurso y además ese animal está débil físicamente, no tienen la fuerza para sobrevivir

“Claro, quedan sin ninguna herramienta de sobrevivencia y eso es muy cruel, porque imagínate un animal que está toda su vida condicionado: porque sólo se le desarrolló un sentido. Es lo mismo que pasa con los elefantes, les quiebran la voluntad y les matan el espíritu, desde ahí no tienen ninguna posibilidad”.

Además se le quita la posibilidad de sociabilizar, porque no viven en manada de forma sana y por lo cual son súper temerosos

“Si, cuando se les rescata y se les trata de incorporar, son temerosos. Es un animal que está sometido desde su nacimiento, es una raza que está estigmatizada, al igual que los pitbulls”.

Si vemos en perspectiva, la campaña que ustedes están impulsando apunta a la investigación  y visibilización de la realidad de los perros galgos, educación y la presentación de un proyecto de ley para prohibir las corridas en Chile, ¿esa sería la secuencia?

“Si, básicamente es eso, que se prohíba y continuar con campañas de educación que abarque  a toda la población, no solo al mundo animalista. Eso es lo que falta en general, salir un poco del mundo animalista y llegar al ciudadano común, incluso a aquel que no gusta de los animales. Que no le guste, no quiere decir que no sea capaz de comprender o empatizar con el sufrimiento de un animal”.

Es apuntar a la empatía y respeto, no se pide que todo el mundo ande abrazando al perro que está en la calle

“Tal cual, la empatía y la compasión son sentimientos inherentes al ser humano, los animales solo necesitan ser respetados, eso ya es suficiente para construir un mundo mejor para ellos”.

A modo de hipótesis, ¿es el mismo público de los perros galgos el que asiste a las competencias de rodeo?

“Creo que es similar, al igual que el público que asiste a las carreras de caballo, un público adicto, consumidor, machista, que incurre en una serie de ilícitos con conductas auto-destructivas”

La gente que va al rodeo tampoco ve el maltrato, lo valida por la tradición. No se ve al animal sangrando, no se ve la fractura, no se ve la hematoma y no se ve todo el proceso de transporte… disfrutan el momento y no ven el maltrato.

“Así es, no ven nada más o no quieren. Son los mismos públicos que asisten a peleas de gallos, de box y a todas las prácticas que incurren en un acto de violencia. Si queremos generar un cambio, tenemos que terminar con la violencia, no puede seguir estando tan internalizada y naturalizada.

No podemos seguir validando la violencia como forma de vida, como país estamos con índices altísimos de maltrato infantil, de violencia intrafamiliar, somos un país que abandona a sus abuelos, los índices más altos de cáncer y depresión están acá. Somos una cultura auto- destructiva y abandonadora, todas estas prácticas que incurren en violencia hacia otro ser, solo contribuyen a perpetuar conductas violentas”.

¿Han considerado en su trabajo ver el tema de las apuestas desde una perspectiva tributaria, considerando la evasión de impuestos?

“Sí, estamos investigando eso y los patrocinadores de los canódromos. Estamos investigando si reciben recursos municipales, los canódromos no tienen permisos de funcionamiento, no pagan impuestos. Cualquier  persona compra una parcela y se instala con un canódromo”.

Colaboración: Carolina Arévalos, Educadora Canina y Colaboradora EPA news.