#TENDENCIAS Pedro Jarque, fotógrafo de animales: “Su extinción masiva se está acelerando”

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El peruano afincado en Toledo expone en Siena “Los otros refugiados”, una serie de retratos de chimpancés realizados en el centro de rescate de primates Rainfer,  Madrid. 

“Los animales son un tema recurrente en mis sueños. Ya forman parte de mi inconsciente y se manifiestan constantemente. Es además un tema que me preocupa mucho. La extinción masiva se está acelerando. Hemos perdido casi el 70% de las poblaciones de animales salvajes en menos de 50 años”. La respuesta es del peruano Pedro Jarque Krebs, un reconocido profesional que se ha especializado en la fotografía de animales.

Afincado en Toledo, “una de mis ciudades favoritas por su belleza y su historia”, ahora expone, hasta el 29 de noviembre, en otra hermosa urbe italiana, Siena. “Se ha convertido en una capital universal de la fotografía gracias al premio y al festival de fotografía que organizan todos los años, Siena International Photography Awards”, explicó el profesional gráfico. 

Es uno de los premios más prestigiosos del mundo y Pedro ha tenido el «gran privilegio» de ser premiado este año por una fotografía de un lobo ártico. En su festival anual organizan algunas exposiciones individuales y este año le han invitado a exponer «Los Otros Refugiados», una serie de retratos de chimpancés realizados en el centro de rescate de primates Rainfer, en Madrid. “Cada uno tiene una historia y, a pesar de no tener voz, podemos ver en sus miradas las injusticias que han padecido”, describe.

Intereses económicos

“Últimamente escuchamos con mucha frecuencia el término de refugiados asociado a dramas humanos de personas que han tenido que huir o abandonar sus hogares debido a guerras, persecuciones, miseria o por desastres ecológicos. Pero también existen refugiados en el mundo animal -lamenta Pedro-. Son cada vez más los que se ven obligados a abandonar sus territorios, porque han sido invadidos por los seres humanos respondiendo a intereses económicos, por el creciente comercio ilegal de especies protegidas, como es el caso particular de los chimpancés”.

“Antaño su población se contaba por millones en el continente africano. Pero hoy solo quedan menos de 200.000 en estado salvaje y son una especie en estado crítico de extinción. Sin embargo, cada año se cazan o matan miles de chimpancés destinados al comercio ilegal -ahonda-. El cazador furtivo recibe unos 15 euros por ejemplar mientras que el cliente final puede llegar a pagar más de 70.000. Solo 1 de cada 10 sobrevivirá al viaje en pequeñas cajas». «Cuando son bebés son adorables, pero cuando crecen adquieren una fuerza descomunal, y pueden ser muy peligrosos. Por ello, al llegar a la edad adulta, muchos son enjaulados en condiciones infrahumanas o abandonados a su suerte. Aquí es donde asociaciones como Rainfer entran en acción para rescatar y dar una segunda oportunidad a estos animales, que ya no pueden ser devueltos a su medio natural porque no sobrevivirían”, explica Jarque, que atesora ya 167 premios y reconocimientos.

La fotografía es una de sus dos grandes pasiones. La otra es la filosofía. “Con mi trabajo fotográfico intento fusionarlas. Creo que hoy en día es muy importante llamar a la reflexión sobre el lugar de los animales en un planeta secuestrado por los humanos. Es importante tomar conciencia que, sin los animales, no sobreviviremos”, atiza el fotógrafo, que estudió Filosofía de las Ciencias en la Universidad de la Sorbona, en París.

La metamorfosis

Su entusiasmo por la cámara desde la infancia comenzó por su pasión por los animales: “De niño tenía muy cerca de mi casa, en Lima, un gran estanque rebosante de ranas y renacuajos. Estaba fascinado por la metamorfosis y quise plasmarlo con fotos. En esa época no existía la fotografía digital, así que aprendí a revelar mis negativos en un cuarto oscuro. Finalmente, un día que volví al estanque, ya no había rastro de las ranas. Habían echado queroseno al agua y las habían aniquilado. Nunca más volvieron. Esto me causó un gran impacto y me hizo tomar conciencia de la gran fragilidad del mundo animal”.

Se ha especializado en fotografía de animales, aunque su intención inicial era retratar animales salvajes en un estudio fotográfico. Pero, por razones logísticas y éticas, decidió hacer los retratos de los animales sin perturbarlos, y luego trabajarlos en posproducción para obtener el resultado que quiere. “Para ello necesito estar lo más cerca posible del animal; así que mi trabajo lo realizo principalmente con animales en cautividad o semilibertad”, explica Pedro, que define su trabajo como fotografía creativa más que documental. “Aunque intento no alterar la esencia del animal y busco transmitir de alguna manera su alma”, puntualiza.

La fotografía se democratiza

En sus trabajos, predomina el fondo oscuro casi negro porque su idea es aislar al animal de cualquier distracción para que haya un contacto más directo con él. «Para ello, lo ideal sería trabajar en un estudio fotográfico. Esto sí es posible para animales pequeños y manejables, pero meter un elefante o una jirafa en un estudio resulta más complicado -dice-. Por eso trabajo de una manera que me permite obtener el fondo oscuro sin molestar al animal».

Ahora cualquiera tiene un teléfono móvil y se cree un buen fotógrafo.

Con los móviles, la fotografía se ha democratizado. Está al alcance de casi todos. La parte positiva es que permite que surjan muchos talentos escondidos. Y la negativa es que estamos literalmente inundados por millones de fotografías de dudosa calidad, donde a veces resulta difícil hacer un cribado para encontrar las que merecen la pena. Tener una cámara de fotos en el bolsillo no te convierte en fotógrafo, como tener un boli no te convierte en escritor.

¿Cómo plasmaría la pandemia del nuevo coronavirus en una fotografía?

Mostrando la devastación del medio ambiente que estamos produciendo. Muchos expertos advierten que este tipo de pandemias serán más frecuentes, debido al mayor contacto de los humanos con poblaciones de animales salvajes que se ven obligados a convivir con nosotros por la pérdida de sus hábitats y al cambio climático. La covid-19 es una enfermedad zoonótica, probablemente transmitida de murciélagos a humanos. Ellos son inmunes a la enfermedad, pero nosotros, no.

Fuente:LaVanguardia.com