#PUNTOLEGAL Los derechos de los animales y el medio ambiente en la nueva Constitución: ¿cómo incluirlos?

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22 de Noviembre 2019

Hace pocos días, luego de largas negociaciones entre las distintas tendencias políticas presentes en el Congreso, los parlamentarios y el gobierno firmaron un compromiso cuyo resultado esperado es la elaboración de una nueva Constitución para Chile y la cual responda al nuevo pacto social que se pretende hacer.

La pregunta que surge, en este sentido, es ¿cómo incluir los derechos del medio ambiente y los animales en la nueva Carta Magna?, interrogante que distintos especialistas,entrevistados por EPA news, responden. 

¿Qué es una Constitución?

La Constitución, según manifiesta el abogado constitucionalista Humberto Nogueira, corresponde a “un documento escrito de carácter jurídico. Tiene como fin regular la convivencia política, social y cultural de una sociedad, estructurando: la forma jurídica de un Estado, el tipo de gobierno, los órganos y sus funciones.Además, garantiza los derechos fundamentales de las personas”, explicó Nogueira, quién además es director del programa de Doctorado en Derecho​ de la Universidad de Talca.

En otras palabras, la Constitución, en su articulado, da cuenta del aseguramiento de los derechos de variada índole para las personas y cómo debe ordenarse jurídicamente una nación.

Bajo este contexto, la Constitución se puede dividir, agregó el académico Humberto Nogueira, en sus componentes orgánicos y dogmáticos. En el caso del primero, hace alusión a “¿cuál es el orden jurídico que va a regir a una sociedad política?, determinando así la forma jurídica del Estado, el Gobierno y estableciendo las distintas funciones de los órganos (instituciones estatales) y sus relaciones entre ellos. Establece la regulación del poder dentro del Estado, entre los distintos elementos que lo componen: población, territorio y poder”, comentó Nogueira.

Por su parte, lo dogmático de la Carta Magna se halla presente en “la relación de lo que son los derechos fundamentales, derechos individuales, derechos políticos, derechos económicos, derechos socio culturales. Además de algunas normas básicas de ordenación en el ámbito económico y sociales”, precisó el abogado Nogueira.

¿Cómo incluir los derechos del medio ambiente y los animales en la nueva Constitución?

Respondiendo la interrogante, la abogada María Celeste Jiménez que es especialista en derecho animal, reflexiona lo siguiente: “las Constituciones, en general, deberían ser más declarativas y de principios en vez de ser tan específicas, como es el caso de los Códigos o de las leyes en cualquier forma. La Constitución, bajo una perspectiva de armonización, debería establecer derechos realizables, pero no menos ambiciosos”, señaló Jiménez, quién además es presidenta de Animanaturalis Chile.

El camino que se debería seguir, acotó María Celeste, se relaciona con el hecho de “considerar la figura del mundo vivo, un ejemplo es la Constitución de Ecuador. Godofredo Stutzin, hace algunos años, escribió un artículo que daba cuenta de los derechos del mundo vivo, de la naturaleza y dentro de ella estaban los animales, plantas, bosques y todas las especies que estén allí”, dijo la abogada Jiménez.

La inclusión del cuidado de la naturaleza como sujeto de derecho, es un punto planteado también por la abogada Patricia Araya, Coordinadora de Cambio Climático en ONG FIMA y Coordinadora de la Sociedad Civil por la Acción Climática. “Otra perspectiva, que no está contenida en nuestra Constitución, es considerar a la naturaleza como sujeto de derecho y protegerla como tal. Se le protege como sujeto de derecho y no como un bien jurídico, así se ha hecho en las Constituciones de Bolivia y Ecuador, donde se ha desarrollado normas de carácter vinculante -donde se reconoce la personalidad jurídica de la naturaleza y no la subordina a los intereses humanos-. Esto supone un abandono de la visión antropocéntrica, pero de todos modos una Constitución siempre puede proteger al medio ambiente, más allá de su calificación jurídica, todo depende de la voluntad política y el acuerdo comunitario que alcance el país”, señaló la abogada Patricia Araya en este sentido.

Otro de los tópicos planteados por los especialistas, dice relación con la categoría de seres semovientes que actualmente tienen los animales en nuestra legislación. “Más allá de que los animales sienten, es súper difícil en una Constitución decir que no son muebles. Pero, es posible en la medida que se establezca que los animales no son muebles y se podrá limitar el derecho de propiedad respecto de ellos, en pos de su derecho a la vida y a la integridad física y psíquica, además de su derecho a la libertad. Le estaríamos poniendo límites a los particulares del tratamiento que puedan tener con los animales”, indicó la abogada María Celeste Jiménez.

En este sentido, Mónica Madariaga, egresada de derecho y parte del equipo de la Fundación Abogados por los Animales APLA-Chile, argumenta que incluir los animales en nuestra Constitución responde a los deseos de la ciudadanía en este nuevo Chile que se pretende construir.

“Si como sociedad estamos de acuerdo en que los animales no son simplemente cosas, es necesario que en nuestro Pacto Social estos valores se vean reflejados debido a que en éste se incluyen nuestros valores fundamentales para la vida política. Es por esto por lo que en nuestra Constitución se debería incluir una mención expresa a los animales como “seres dotados de sensibilidad” y que ésta misma asegure su protección y sea capaz de asegurarle derechos tales como su vida, integridad física y psíquica. Es importante destacar lo anterior puesto que en muchos países la protección hacia los animales queda restringida al ámbito del derecho de propiedad, lo cual se contradice con la visión de ellos como seres sintientes y con intereses propios, no necesariamente supeditados a los de los humanos”, comentó al respecto Madariaga.

El cuidado del medio ambiente y asegurar el derecho de acceso al agua deberían ser, a juicio de los expertos, otros de los puntos prioritarios de la nueva Constitución.

“Es fundamental incorporar al medio ambiente como un elemento del Estado y su protección como un principio fundamental de toda la organización política. Lo anterior es un paso mínimo, además de que el desarrollo económico no puede hacerse a costa del medio ambiente y tampoco de los más vulnerables y menos de las generaciones futuras: por lo mismo, es muy relevante establecer un principio de justicia ambiental, ecológica e inter generacional, para que demuestre la solidaridad que tenemos con las organizaciones futuras en el cuidado del medio ambiente”, indicó la abogada Araya en relación al medio ambiente y sus cuidados.

Los recursos naturales no renovables es otro foco de preocupación por parte de los expertos. “Es importante establecer limitaciones en la extracción de recursos naturales no renovables. Por ejemplo, el agua es un recurso importantísimo y por eso tenemos que establecer la protección de las cuencas y eliminar la propiedad del agua -eliminar los derechos de aprovechamiento, porque han producido un tremendo daño en el sistema actual-.Además, hay que establecer una prioridad del uso del agua, en términos de las personas y los ecosistemas: hay que establecer la función social de la propiedad del agua, ahí cae de cajón que el agua sea prioritaria para consumo humano y actividades de subsistencia”, puntualizó la abogada Patricia Araya en relación a lo reseñado.

En definitiva, la inclusión de los derechos de los animales y el medio ambiente son definidos como cruciales por los expertos. Lo anterior en el sentido de preservar el medio ambiente donde todos vivimos para las futuras generaciones y de responder a las nuevas demandas ciudadanas que apuntan a la protección de los animales, dos ámbitos dónde el factor en común es el fin del modelo antropocéntrico, o sea, dejar atrás el protagonismo del ser humano y aprender a convivir en el planeta tierra con todos los seres vivos.

#PUNTOLEGAL Por la necesidad de incluir los derechos de los animales en la Constitución

Producción: Osvaldo Durán C. /Colaboración: Daniela Muñoz, Maricel Contreras,  Constanza Dougnac y Francesca Coghlan.