Por una transparencia activa en el trabajo por los animales (Editorial)

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Cada cierto tiempo, mediante las redes sociales, es posible ver el debate en torno a la trasparencia de las actividades de rescate y activismo por los animales, donde muchas veces el punto a discutir se enfoca, lamentablemente, sobre el tipo de cuenta que se habilita para recibir los eventuales aportes en vez de ver el asunto de una manera más global. Y esto último pasa, a nuestro juicio, por dos factores principales: sincerar si la labor realizada es voluntariado real o por ella recibes un sueldo mes a mes y, en segunda instancia, llevar una cuenta clara de los ingresos/ egresos de la entidad con los comprobantes respectivos, más allá si cuenta o no con la respectiva personalidad jurídica.

No se trata de comenzar a acusar a diestras y siniestras a personas que supuestamente lucran en el contexto de un trabajo animaluno sino de que, entre todos los actores del mundo animalista, tratemos de desarrollar una trasparencia activa en la labor desarrollada. Por ejemplo, todos y todas recibimos un sueldo por el trabajo que desempeñamos en nuestras respectivas áreas siendo un acto legítimo, al igual si lo recibes por tu quehacer relacionado con los animales: pero lo que no está bien a causa de ser poco ético, es hacer pasar una acción como solidaria si a ti te están pagando por la labor.

Es importante recalcar que no se trata de incentivar la figura del voluntariado masoquista, donde trabaja sin descanso para los animales y no tiene recursos como tampoco vida personal bajo ningún contexto. Eso no es sano para nadie, pues para ayudar uno debe estar bien y eso conlleva tener una vida equilibrada; lo cuestionable es cuando mientes aduciendo que tu labor es abnegada y voluntaria siendo que hay un pago por la acción.

Bajo este contexto, puede sonar obvio, pero muchas veces basta sólo unos pequeños segundos para destruir la confianza de toda una vida. Precisamente esta última es uno de los principales activos con que contamos en el trabajo a favor de nuestros compañeros peludos, si no la cuidamos y somos trasparentes no solamente generaremos desconfianza hacia un proyecto en particular sino todo el movimiento animalista se verá afectado. No cuesta nada generar una tabla ya sea en Excel, Word o una hoja de cuaderno en el cual se pueda ver todos los movimientos de ingresos/egresos acompañados de las boletas u otro tipo de comprobantes.

Y un punto no menor, si decimos defender a los animales y perseguir cualquier forma de maltrato animal, no aceptemos bajo ninguna circunstancia aportes de quienes promueven ese tipo de actividades. Todos quienes estamos ligado de una u otra forma a alguna agrupación en defensa por los animales hemos tenido que afrontar diversas dificultades económicas y lo cual incluso ha puesto en riesgo la continuidad de las iniciativas, pero no por eso debemos transar nuestros principios y ser como algunos “sujetos animalistas” que tratan de convencer al resto sobre la supuesta tenencia responsable y la no presencia de maltrato animal bajo el desarrollo de las carreras de perros galgos.

En definitiva, el llamado es a ser honesto, practicar una trasparencia activa justificando los gastos asociados a actividades animalunas y no engañar diciendo que haces un trabajo voluntario cuando, en realidad, se recibe un sueldo. No sólo pidamos una sociedad ética para todos los animales, sino que, demos el puntapié inicial, siendo ético tanto en un plano personal como colectivo.