La integración de las elefantes rescatadas en el Santuario de Brasil

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Sorpresa y alegría ha causado a los seguidores del Refugio de Mato Grosso ver como ha cambiado la interacción entre las paquidermas rehabilitadas.

Este Santuario, que abrió el 2016, ha recibido desde entonces elefantas maltratadas en circos y en cautiverio las cuales, permanecían solas o deambulaban máximo en parejas.

Hasta el año pasado Rana era “el hada madrina” de las que iban llegando, ya que se les acercaba, les daba su “amistad” y las guiaba como su anfitriona. Pero, a las chicas les gustaba pasear apartadas y siempre interactuaban con desconfianza separadas por cercos.

Según relataron en la fans page del Santuario, cuando llegó Bambi el 2019, “revolucionó” con su carácter avasallador a las tranquilas Rana y Mara, quienes la aceptaron y pasaron a ser el trio de las amigas inseparables. Mientras Maia, iba y venía, y Lady, la más ensimismada, observaba en la distancia.

Sin embargo, en mayo de este año llegaron Pocha y Guillermina, madre e hija respectivamente , y todo cambió. Ambas elefantes habían pasado más de 20 años en cautiverio en un zoo de concreto , pero sólo en dos meses se adaptaron y ahora disfrutan de la naturaleza generando amistad con y entre las demás.

El temperamento imprudente y juvenil de la adolescente Guillermina llamó la atención del resto de las ancianas quienes se fueron acercando poco a poco hasta formar la gran manada que vemos hoy. Solo falta Lady quien sigue observando a la distancia, pero ya más cerca que antes.

Sin duda un hermoso escenario, donde estas gigantes libres disfrutan de la naturaleza y comparten entre ellas en armonía y paz.