La amistad entre una madre loba herida y el humano que la ayudó

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Aunque esta historia sucedió en 1947, todavía es recordada por lo bella que es.

Un hombre que buscaba oro en la isla Kupreanof de Alaska, junto al río Coho Creek, encontró un lobo herido, débil y moribundo, capturado en una trampa para osos. Al acercarse notó que era hembra, ya que tenía leche en sus mamas. El individuo pensó que sus cachorros estarían hambrientos y como no podía aproximarse al feroz animal, fue en busca de los pequeños.

Según relataron varios medios en internet, al ver las pisadas en la nieve supo que los bebés estarían cerca, así que, para hacerlos salir, comenzó a imitar el aullido de los lobos, sin imaginar que rápidamente 4 cachorros saldrían de su escondite. “Estaban tan hambrientos que empezaron a chupar los dedos del buen samaritano. Él los cargó con cuidado en su bolso y los reunió con su mamá. La madre abrazó a sus pequeños”, se lee.

Como todavía no podía acercarse a ayudar a la loba por temor a que lo atacase por defender a sus bebés, le llevó los restos de un ciervo recién muerto para calmar su hambre y acampó a su lado.

Durante los siguientes días, el hombre se fue ganando su confianza y cuando pudo acariciarla, ella le lamió la mano y por fin pudo liberarla de esa horrible y dolorosa trampa.

Una vez más recuperada, la loba, comenzó a caminar con sus cachorros, pero antes, hizo una parada abrupta y con un gesto, convenció al humano que la siguiera. La mamá se dirigía a su guarida donde le presentó a toda la manada.

El hombre volvió a su país con el corazón lleno y cuatro años después regresó. Buscó el lugar donde todavía estaba la maldita trampa cuando de pronto, un oso pardo lo empezó a perseguir. El humano trepó un árbol y en su desesperación imitó nuevamente el aullido de los lobos. Para su sorpresa una manada de estas maravillosas criaturas, apareció y alejaron a enorme oso.

Al bajarse del árbol, reconoció a la madre loba quien lo miró unos instantes, antes de desaparecer con los suyos entre la nieve.

Sin duda, una hermosa historia que nos hace reflexionar sobre el agradecimiento, la solidaridad, el amor y la conexión entre humanos y animales, se puede convivir en armonía. Todavía tenemos mucho que aprender de ellos.