#COMPORTAMIENTOANIMAL La importancia del enriquecimiento ambiental en la conducta de nuestros gatos

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Una de las grandes problemáticas que se presenta, en relación a los gatos, es la presencia de problemas conductuales en los felinos que dificultan la convivencia entre humanos y animales. El no hacer pipí en el arenero o rasguñar los muebles son algunas de las dificultades más comunes, señalan los expertos, que se presentan.

Bajo este contexto, de acuerdo a los especialistas, una de las maneras de poder abordar dichas dificultades de un modo integral es a través del enriquecimiento ambiental. “Este tipo de terapia se basa en conocer las necesidades etológicas del gato en estado silvestre para reproducirlas en el lugar donde habite, incrementando la posibilidad de que el gato manifieste conductas naturales en el domicilio”, explica María Jesús Sánchez,  terapeuta felina, en cuanto a la importancia del enriquecimiento ambiental en la vida del gato. 

El enriquecimiento ambiental “mejora el bienestar animal generando cambios de conducta, ya que el gato va a vivir en un medio más rico que le va a permitir mejorar su calidad de vida desde el punto de vista físico, emocional y social, reduciendo el aburrimiento y la frustración. Proporciona, a su vez, la oportunidad de controlar su vida y de relacionarse mejor con el ambiente”, agrega Sánchez al respecto.

A través del enriquecimiento ambiental, se busca que los gatos, en un ambiente acorde a sus necesidades, pueda aumentar el repertorio de conductas típicas del animal aumentando de ésta manera su bienestar. El bienestar físico y emocional de los gatos, ese es el propósito final.

De acuerdo a los especialistas, el enriquecimiento ambiental se debe trabajar en base a tres ejes claves:

a) Enriquecimiento Ambiental: Se trabaja sobre el espacio o territorio. Bajo este sentido, se recomienda la “colocación de estantes en las paredes, plataformas, postes y hamacas para dormir, con el objetivo de dar oportunidad de cubrir la necesidad de ejercicio y exploración. Fomentar la naturaleza exploratoria del animal colocando elementos que le permitan esconderse y lugares altos desde donde observar”, señala Sánchez  al respecto.

b) Enriquecimiento Ocupacional: Hay que centrarse en las actividades que día a día los gatos realizan, a lo largo del tiempo. “Hemos de respetar en la medida de lo posible los biorritmos naturales del animal. Mantendremos un ritmo constante que incluya equilibrio entre vigilia y sueño, periodos para la alimentación y rutina de juegos”, plantea Sánchez al respecto.

Una recomendación, por parte de los expertos, es proporcionarle al gato distintos mecanismos donde pueda hacer ejercicio diario. “Un gato joven debe poder recorrer de 300 / 500 metros al día, para lo cual hemos de disponer de los elementos que le permitan buscar la equivalencia física”, recomienda la experta.

c) Enriquecimiento Social: A través de este enriquecimiento se busca que el felino busque, mediante diversos mecanismos, mejorar la sociabilización con los otros habitantes del territorio en que se encuentra el animal.

“Hemos  de procurar trabajar diariamente con nuestro gato y compartir con el no solo una parte importante de nuestros territorios, sino momentos diarios de juegos donde, de nuevo, ejercitaremos el cuerpo y la mente de nuestro compañero, sino que también forjaremos lazos de unión con él. La relación con nuestro gato nos ayudará a observar mejor el estado del animal y anticiparnos a cualquier problema conductual o físico que se pueda presentar”, comenta Sánchez en cuanto a la importancia del enriquecimiento social en la vida de nuestros gatos.

En definitiva, la invitación es a jugársela por nuestros gatitos a través del enriquecimiento ambiental. Así el día a día entre humanos y gatos será de tranquilidad y felicidad.