#MUNDO El G20 se compromete a proteger la Antártida

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Panorámica en torno a la Antártica

Los líderes medioambientales del Grupo de los Veinte (G20) se han comprometido a proteger el océano Antártico de las presiones humanas para paliar la pérdida de biodiversidad y consolidar los mecanismos de defensa de la humanidad contra la crisis climática. 

En un comunicado oficial emitido el jueves tras una reunión del G20 en Nápoles, las superpotencias económicas internacionales manifestaron por primera vez que proteger la Antártida responde tanto a la ciencia como al interés de la humanidad en su conjunto. La medida se produce tras recibir una serie de advertencias por parte de destacados científicos2, pues estos apuntan a que el cambio climático está arrastrando a la región hacia múltiples puntos de inflexión cuyas repercusiones se sentirán a escala mundial.

“Se trata de un compromiso sin precedentes por parte de las superpotencias mundiales para proteger el océano Antártico, que se encuentra gravemente amenazado por el cambio climático y otros factores”, declaró Andrea Kavanagh, directora de la Coalición para la Antártida y el Océano Austral de The Pew Charitable Trusts. “Establecer una red bien gestionada de áreas marinas protegidas en esta vulnerable región polar sería uno de los mayores actos de protección de los océanos de la historia y demostraría que es posible crear grandes redes de AMP en aguas internacionales. Además, esta medida serviría para proteger zonas vitales para la investigación científica en materia de cambio climático y supondría la mejor oportunidad para que especies clave como el krill se adapten al calentamiento y la acidificación de las aguas”, añadió.

Actualmente, la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) se encuentra en proceso de considerar tres grandes áreas marinas protegidas (AMP) en la Antártida oriental, el mar de Weddell y la península Antártica. Con ellas se protegerían casi cuatro millones de kilómetros cuadrados –casi el 1 %– del océano y se contribuiría al objetivo mundial de proteger al menos el 30 % del océano en el año 2030. Hasta la fecha, no ha sido posible alcanzar un consenso sobre estas AMP. 

«Nos encontramos ante una oportunidad extraordinaria de proteger una de las últimas grandes áreas silvestres del mundo a largo plazo. La adopción de estas AMP permitiría que especies emblemáticas, como los pingüinos y las focas, contaran con un refugio seguro en un mundo cambiante. Además, sería una forma eficaz de reforzar la biodiversidad y ayudar a mantener la habitabilidad de nuestro planeta», dijo Claire Christian, directora ejecutiva de la Coalición para la Antártida y el Océano Austral (ASOC, por sus siglas en inglés).