Tras la promulgación de la Ley de Tenencia Responsable 21020, durante el año pasado, una de las interrogantes que surge es el camino faltante para nuestro país en lo referente a la protección jurídica de los animales en un sentido amplio. ¿Qué se debe hacer, a nivel de legislación?, es una pregunta que debemos hacernos al pensar sobre el tema.
En entrevista con EPA news, la abogada Alma Sánchez, especialista en derecho penal y querellante en diversas emblemáticas de maltrato animal como el caso de la Elefanta Ramba requisada al Circo Los Tachuela, se refiere no sólo a los desafíos que enfrenta el ciudadano común al momento de hacer una denuncia sino también a los próximos desafíos que se vienen en lo referente a la protección de nuestros amigos peludos y el derecho animal.
-Una de las grandes problemáticas que se generan, cuando una persona va a denunciar la ocurrencia de un delito de maltrato animal, es que muchas veces no se acoge la denuncia. ¿Qué puede hacer una persona que enfrente dicha situación?
“Es obligación de la Policía tomar la denuncia y lo que deben hacer las personas es que tienen que ser más radicales. Si la persona que está detrás del mesón no quiere tomar la denuncia, deben pedir hablar con el supervisor y si no le dan la posibilidad de hablar con el supervisor y/o tomar la denuncia registrar nombre, apellido, número de placa y el reclamo administrativo como corresponde: es como si una persona haya sufrido un delito y no le quieren tomar la denuncia, es el Ministerio Público el que determina y en última instancia el juez si es o no es delito”.
-En este contexto, a tu juicio ¿cuál es el camino que Chile debiera tomar en relación a la protección de los animales, pensando que ya existe el Artículo 291 BIS del Código Penal y las Leyes 20380 y 21020?
“Yo creo que lo más importante es el estatus jurídico del animal. Ni siquiera que sean sujetos de derecho, que dejen de tener la calidad de cosa y pasan a ser considerados seres sintientes”.
-¿En qué sentido?
“En el sentido de que cuando uno tiene en una norma, en una normativa como una especie de norma intermedia que si bien no son sujetos de derecho, pero, también, dejan de ser cosas no les puedes dar el mismo tratamiento que a una silla o mesa: esto porque tiene características de un ser vivo, que siente, es sensible y eso es importante a nivel legislativo y de fallos. No puede omitir que los seres vivos tienen sentimientos, que sientan y yo creo que eso es súper radical”.
-Respecto de ese punto, ¿cómo la población podría ayudar a generar lo anterior?, ¿organizándose?
“Hay que fortalecer a las organizaciones animalistas, pero desde una perspectiva más seria y más profesional. Todavía están muy serias, muy artesanal están organizadas y qué sean menos intensas: que hagan marchas organizadas, que hagan actividades pero de una forma más armoniosa con lo que realmente quieren. Porque a la larga cuando tienen actitudes extremas, lejos lo que consiguen es dejar una no buena imagen de los animalistas, se ven como talibanes del movimiento animal en vez de ser personas equilibradas que realmente tengan una perspectiva equilibrada respecto de los animales”.
-De hecho, ser más como los animales, que ellos no andan peleando y actúan en manada.
“Justamente, justamente”.
-Si bien las normativas comentadas, como la Ley de Protección Animal o de Tenencia Responsable, están centradas en los animales de compañía la pregunta que surge es por la situación de los llamados animales mayores. ¿Qué medidas se deberían tomar en protección de ellos?
“Respecto de los animales de granja, aunque sean producto carneo, hay que ver que tengan una existencia digna y lo menos traumática posible. Y que la forma en que se les genere la muerte sea en lo posible sin dolor.
Y además todo lo que dice en relación con sus cuidados, especialmente los animales que se ocupan para trabajo como los caballos que están muy desvalidos legislativamente, darle un tratamiento especial: hay algunas comunas que ya tienen ordenanzas en relación al tratamiento de los caballos y hay que apuntar para allá también”.
-Y en el caso de los caballos, el tratamiento especial ¿en que se traduciría en la práctica?
“Ojalá sacarlos de animales de trabajo, que haya una reconversión a otro tipo de instrumento o vehículo que sirva para efectuar el trabajo que actualmente realizan estos animales y que se les de una visión urbana y rural. En ese sentido, fiscalizar harto el maltrato porque los caballos son muy maltratados”.
Colaboración: Osvaldo Duran C.
