Una de las imágenes más tristes que nos dejan nuestras ciudades, a lo largo y ancho de nuestro mundo, corresponde a la de millones de animales abandonados que día a día deambulan por las calles buscando agua y comida, además de cariño, ante la indiferencia y crueldad de los humanos.
Con el fin de documentar lo que viven los perros en las calles, la organización World For All Animal Care & Adoptions, con sede en India, le colocó a un perro abandonado una pequeña cámara para observar su diario vivir. Basureros, agua de alcantarillas y charcos son los lugares donde el perro pudo localizar comida, teniendo siempre la secreta esperanza en su corazón de encontrar el día de mañana una familia y hogar responsable.
Si bien la pieza audiovisual, la cual fue realizada hace 7 años y durante los últimos días se ha viralizado nuevamente, nos muestra la realidad de un can de la ciudad de Mumbai, India, el abandono animal es una realidad presente a lo largo del mundo entero llegando a transformarse, a juicio de la Organización Mundial de la Salud, en uno de los principales problemas sociales que las sociedades debemos afrontar a nivel planetario. Y las estadísticas así lo confirman, donde, por citar un ejemplo, Brasil en sus calles tiene 30 millones de animales abandonados que enfrentan la crueldad humana.
Por su parte, en el caso de Chile, según un reciente estudio del Programa Nacional de Tenencia Responsable dependiente de la SUBDERE y la Escuela de Medicina Veterinaria de la PUC, hay un total de 4.049.277 perros y gatos sin tutor conocido, o sea, abandonado. Una acción que, tras la promulgación de la Ley de Tenencia Responsable 21.020, es considerada un actuar constitutiva del delito de maltrato animal y el cual se puede denunciar ante la PDI, Carabineros o Ministerio Público.
En definitiva, un vídeo que ayuda no sólo a visibilizar la realidad de los animales abandonados sino también a reflexionar sobre la misma y respecto a la cual todos estamos llamados a transformarla radicalemnte a favor de nuestros compañeros peludos.
Producción: Omayra Méndez y Ariel Martínez Díaz.
