Tras años de incansable lucha, Bayarjargal Agvaantseren, logró que el gobierno de Mongolia retirara licencias que en el pasado le había otorgado a diferentes compañías mineras para que explotaran recursos en el Desierto de Gabi, hogar de dicha especie en extinción.
Los felinos se encuentran además, amenazados por la caza debido a su piel y el secuestro de sus crías para el mercado de mascotas exóticas, por lo que este pequeño paso es un gran avance para la recuperación de la especie. Por ello la maestra, quien dejó su carrera por la causa, obtuvo el Goldman Prize 2019 ya que obligó a que el gobierno declarara una parte como reserva natural para que también estén protegidos por la ley.
Gracias a su incansable labor que incluyó : llamar la atención de los medios de comunicación locales e internacionales, entablar demandas, organizar protestas, entre muchas más, los felinos podrán estar más tranquilos.
Esto nos demuestra que ninguna acción es en vano. Con decisión, optimismo y tesón, hasta las causas más difíciles se pueden lograr. Nunca hay que perder las esperanzas, en definitiva.
