Cada vez es más frecuente ver videos en las diferentes plataformas de las redes sociales, específicamente en Tik Tok, de gente de todas las edades y nacionalidades poniendo en peligro la vida de indefensos animales sólo para obtener más “me gusta”, para llamar la atención, por “tendencias” y, otras personas, por ignorancia o morbo, graban a otros practicando actos de crueldad burlándose de esas criaturas sin hacer nada al respecto.
Semanas atrás, una gran polémica se vivió en Paraguay donde un joven subió como “gracia”, un video a Tik Tok, de su gato drogado (con la mirada perdida y babeando) diciendo que el felino había comido un brownie de marihuana. Al poco tiempo, fue denunciado a un organismo animalista de ese país y el sujeto se grabó diciendo que había sido una broma y todo quedó en nada.
Asimismo, en Perú una mujer registró el momento exacto donde un sacerdote pateó con fuerza a un perrito que se le acercó tímidamente mientras él practicaba la misa y ninguno de los presentes hizo algo.
En España se están buscando fórmulas para poder fiscalizar y sancionar, si fuese el caso, a las nuevas plataformas de intercambio de vídeos como Youtube, TikTok, Instagram TV o Twitch. El problema es que no hay recursos suficientes para llevar a cabo una fiscalización de estas características a miles de horas de contenidos digitales que se publican diariamente, ni tampoco tiene el apoyo legal necesario para poder emprender acciones e investigaciones de oficio en esta materia.
«La irrupción o consolidación de estos nuevos agentes que operan sobre Internet requiere de un marco jurídico actualizado que refleje el progreso del mercado y que permita lograr un equilibrio entre el acceso a los servicios de contenidos en línea, la protección del consumidor y la competencia», se lee en un comunicado.
En Chile, como en otros países, el maltrato animal por acción u omisión, las peleas de animales, así como la promoción de prácticas y espectáculos que impliquen maltrato grave, deterioro de la salud o la muerte de los animales, son conductas que son castigadas por la ley.
«Tenemos la responsabilidad de velar por el bienestar animal, por eso como Colegio Médico Veterinario estamos alertando a los usuarios de redes sociales a no replicar acciones, porque está de ‘moda’ si atenta contra la salud de las mascotas. Además, no debemos olvidar que, como menciona la Ley 21.020 (Ley de Tenencia Responsable de Mascotas), toda acción u omisión ocasional o reiterada, que injustificadamente cause daño, dolor o sufrimiento a un animal es constitutivo de delito de maltrato o crueldad animal», señaló Viviana Valenzuela, directora de la Comisión de Tenencia Responsable de Mascotas de Colmevet.
Lo que se recomienda desde el mundo animalista es a “funar”, viralizar, reportar las cuentas y denunciar estos actos de crueldad con el fin de que las autoridades pertinentes puedan sancionar a estas personas, y las fundaciones, ayudar a los animalitos, mientras se está a la espera de legislaciones especificas para este tipo de casos. Por otro lado, cabe destacar el no quedarse callado o pasivo si se está frente a un acto de crueldad.
Entre más nos sumemos, mejor ayudaremos a nuestros hermanos menores que lamentablemente no tienen voz para defenderse.