La Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA) ha solicitado formalmente a la Subdelegación del Gobierno en Valladolid información sobre cómo murió el pasado lunes el Toro de la Peña, en Tordesillas, de nombre Pelado, y cuál fue el destino de su cadáver.
A través de un comunicado acompañado del citado escrito formal dirigido a la Subdelegación del Gobierno, la asociación animalista ha reclamado esa información ante la falta de datos sobre la forma en la que se dio muerte al animal, ya que en el nuevo festejo, a diferencia de su antecesor del Toro de la Vega, estaba prohibida la muerte del astado en público.
En el escrito dirigido a la Subdelegación, ANPBA se pregunta si el animal “fue anestesiado” o “llevado a matadero o no, o si volvió a ser llevado a corrales para obligarle a correr en festejos posteriores o no”.
Además, la asociación protectora animal ha solicitado también a la Subdelegación del Gobierno que se les remita “un oficio” en el que se les comunique “el resultado” de la vigilancia especial que reclamó la entidad para garantizar la integridad física tanto del astado que realizó el recorrido como de su sobrero.
En el comunicado, ANPBA advierte de que “en el encierro del “Toro de la Peña” se pudo ver a una persona que, presuntamente, portaba una especie de lanza y que tuvo que ser intervenida por la Guardia Civil”.
El pasado lunes Tordesillas celebró su primer Toro de la Peña, un encierro tradicional sustituto del tradicional Toro de la Vega, que moría alanceado, tras el decreto de la Junta de Castilla y León que prohibió la muerte en público, en festejos populares, de toros de lidia.
