Una de las grandes interrogantes de las personas, al momento de ser padres, es la presencia de animales en la casa y la interacción que éstos tendrán con los bebés. Una relación que proponemos desarrollar a causa de los beneficios que conlleva no sólo para la salud del pequeño sino también a todo el grupo presente en el hogar, realidad que ha sido confirmada por diversos estudios científicos.
De acuerdo a los especialistas, los beneficios que trae la presencia de un animal desde los primeros días de vida de un pequeño se relacionan con que se el sistema inmunólogico de éste último presenta un mayor desarrollo en comparación a los menores que crecieron sin animales y lo cual, a la larga, se traduce en una menor posibilidad de enfermedades durante los primeros meses de vida. Lo anterior sucede porque el perro, al igual que el gato, lleva al hogar cada día micro organismos que fortalecen el sistema inmune.
Asimismo ayuda a que el pequeño, desde sus primeros días de vida, vaya desarrollando las llamadas habilidades blandas como es el caso de la sociabilidad, respeto y empatía hacia un otro. Rasgos que lo marcarán en su vida y, de paso, ayudarán a construir un mundo mejor para los animales y todos nosotros.
Los especialistas recomiendan que, con el fin de ayudar al desarrollo de la interacción entre niños y perros, mostrarle al animal el crecimiento de la barriga y que la pueda oler con lo cual le será familiar. Junto con aquello, es necesario preocuparse de quién será el encargado de los cuidados del perro cuando el bebé nazca y la familia se encuentre concentrada en el Hospital y/o clínica y además le de cariños y arrumacos al animal para evitar crear celos de parte de nuestro hermano menor.
Y, por cierto, nunca dejar a la guagua y al perro sin supervisión.
Al final de cuentas, la relación con el perrito para tu bebé será significativa y lo ayudará significativamente en los primeros meses y el resto de su vida.
