#TENDENCIAS La historia de una escuela de circo, donde no hay espacio al #maltratoanimal

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11 de Abril 2020

Generalmente cuando hablamos de la actividad circense, a muchos se nos viene a la cabeza la presencia de animales en dichas instancias y los cuales día a día sufrían maltrato e indiferencia de los humanos. Una realidad que felizmente ha ido cambiando los últimos años, donde en las escuelas de circo simplemente no hay espacio para el maltrato animal y un ejemplo de lo anterior es la Escuela de Circo Los Placeres, situada en el tradicional cerro de la ciudad de Valparaíso.

La historia de la Escuela de Circo Los Placeres comenzó a escribirse el año 2011, tras el encuentro y coincidencia de ideas entre Claudia Villegas,  gestora cultural del entonces Consejo de la Cultura y las Artes (actualmente es el Ministerio de Cultura) y María Victoria Rodríguez, dirigenta social con trayectoria en la defensa de los derechos humanos.

“Yo trabajaba para el actual Ministerio de la Cultura, desde el año 2007 al 2011 que se llamaba Chile creando en mi barrio y ahora se denomina Red Cultura. Era un trabajo en barrio donde se iban descubriendo habilidades y potencialidades artísticas, además del desarrollo de actividades artísticas culturales en barrios más desprotegidos pues tienen más difícil acceso a dichas actividades”, recordó Claudia Villegas, una de las fundadoras de la Escuela de Circo Los Placeres, en entrevista con epanews.cl, sobre los inicios de la iniciativa cuyo puntapié inicial fue el mes de agosto del año 2011.

En dichos espacios, señaló Claudia, “ocupábamos  muchas disciplinas artísticas, donde se hizo una residencia de circo y fue fantástico porque los chicos respondieron súper bien. Ahí encontramos el nicho a través del cual podíamos involucrar a los chicos, así que  la dirigenta María Victoria Rodríguez, directora del Centro de Derechos Humanos Miguel Woolworth, me propuso fundar la escuela y dije que sí”, acotó Villegas.

Las motivaciones para fundar la Escuela de Circo, en el caso de Claudia, fueron variadas: “desde los 16 años he trabajado en proyectos sociales, como por ejemplo hospitales de niños, poblaciones más vulnerables, comunidades indígenas-rurales, hospedería del Hogar de Cristo, etc. Esto tiene que ver con una formación que me dieron mis papás y, también, una convicción que me he ido formando con el pasar de los años y dentro de esas convicciones es que nunca me gustó la dinámica que existían dentro de los programas sociales -siempre desde el asistencialismo y paternalismo,  donde mi interés personal era participar en una institución donde se trabajará desde las potencialidades de las personas y no desde su historia personal-“, manifestó Claudia Villegas al respecto.

Claudia está convencida de que “es bueno ayudar cuando se puede, sin embargo  es mejor decirles a las personas en cuanto a que todos tenemos nuestras historias negativas y positivas, pero también tenemos habilidades y esas nos sirven para construir nuestro propio futuro. Además, yo no podía tener hijos y por eso me pareció importante crear espacios para los niños y jóvenes que no tenían amor y contención muchas veces, así ellos pueden construir futuro, o sea, el fondo es crear oportunidades para ellos”, indicó Claudia Villegas.

No a los animales en circos

Uno de los principios en que se funda la Escuela de Circo Los Placeres es una actividad sin presencia de animales, para así evitar el maltrato y sufrimiento de ellos. A juicio de Claudia, hacer partícipe a los animales en los circos es quitarle su alma salvaje, su identidad como ser. 

“Nunca la verdad, incluso cuando era niña, me gustaron los animales en cautiverio. Los animales deben ser libres y no estar domesticados, yo tengo ocho perros que los rescaté, pero creo que ellos nunca deben perder su identidad salvaje; sin embargo, desde una visión espiritual y política, siento que los humanos siempre nos hemos tomado el poder sobre otras criaturas y ese poder no debería existir, todas las especies deberíamos vivir en una horizontalidad e igualdad de condiciones respetándonos”, precisó Claudia Villegas en este sentido.

Los animales en los circos, ” primero, no decidieron estar ahí; segundo, para lograr un nivel de entrenamiento importante con ellos, generalmente se le quiebra el alma al animal, su identidad salvaje. Mi familia no lo hace tampoco, porque es una filosofía de vida que tenemos de respetar a los animales y encuentro horrible que ellos sean expuestos al maltrato y a la mofa”, dijo Villegas.

El significado de la Escuela y lo que viene

Al ser consultada sobre el significado de la Escuela en su vida personal y profesional, Claudia es categórica en señalar: “representa una gran parte de mi vida, porque hemos dedicado muchas horas, amor y muchas gestiones para que puedan resultar las cosas. La Escuela, sí o sí, es parte de mi vida y no es una actividad para cuando tenga tiempo solamente, es algo que debo hacerlo para ser un aporte en la sociedad y también porque quiero hacerlo: me gusta el proyecto, tengo fe en el y entiendo la importancia que tiene para muchas personas”, enfatizó la directora de la Escuela de Circo Los Placeres.

Los próximos pasos que enfrenta la escuela apuntan,en primera instancia, a consolidar los equipos de trabajo para el desarrollo de una acción mancomunada y bajo una lógica de horizontalidad. Además, “construir un espacio para formar personas desde la generosidad, trabajo en equipo, hacer familia y estar para el otro, que son los preceptos del circo social”, señaló Villegas en este sentido.

Otro de los desafíos radica en mantenerse vigentes y continuar con la línea de trabajo centrada en el rescate histórico e identitario de los pueblos de Latinoamérica mediante la unión entre el circo y la música. Un ejemplo de esto último es la obra Kuifi Kimun (Gente de la tierra), la cual se presentó el pasado mes de septiembre 2019.

En definitiva, la Escuela de Circo Los Placeres es un ejemplo de cómo la actividad circense puede ejecutarse en base a la destreza humana y no el maltrato animal.

Fotos: Gentileza Escuela de Circo Los Placeres.