Hace poco más de una semana los medios daban a conocer la muerte del afamado exponente de música electrónica Avicii. La información llegó desde Muscat, capital de Omán, donde el artista se encontraba de vacaciones.
Los medios se han referido a distintos aspectos de esta triste noticia. Sin embargo, han pasado por alto uno que a muchos de nosotros merece especial atención: qué sucederá con el más cercano compañero de Tim, su perro Liam.
Este mestizo pitbull que hoy tiene dos años y medio, está castrado y muy educado tal como reflejan vídeos que el músico sueco compartía con sus seguidores:
Era común encontrar en las redes sociales de Avicii, fotos junto a sus perros Bear y Oliver. Uno de ellos vive actualmente con una ex pareja del artista.
Y desde hace un par de años también de Liam, a quien hemos visto crecer desde que tenía apenas unos meses de vida, dar muestras de su adiestramiento y sobretodo acompañar al artista a donde quiera que fuera. Liam iba a los estudios de grabación, a sesiones de ensayos, de gira, etcétera.
El pequeño Liam aprendiendo a “ir al baño”
En cada foto que Tim Bergling publicó sobre Liam, los seguidores han dejado comentarios llenos de empatía y donde expresan su tristeza por la falta que habrá de sentir el compañero canino de Avicii:
En un documental estrenado a fines del año pasado, el artista se autodefinió como “muy introvertido” y como alguien a quien no le gustaba ser el centro de atención. Quizás por todo esto su vínculo con los caninos se daba de modo tan natural y profundo, porque ellos nos aceptan y quieren tal como somos, y viven para darnos lo mejor de sí cada día.
Nacido en Estocolmo bajo el nombre de Tim Bergling, Avicii fue el autor de canciones como “Levels” (2011), “Hey brother” y “Wake me up” (2013), y “Waiting for love” (2015). Para esta canción, se realizaron dos vídeos, y uno de ellos narra la historia en animación de un niño y su perro a través del paso de los años:
Sin duda Liam y Tim se reunirán un día, del mismo modo que haremos todos quienes hemos tenido o tenemos la suerte de compartir nuestras vidas con seres tan nobles y bondadosos como los animales no-humanos.
