David es un tierno y juguetón corderito que día a día corretea y juega por todos los rincones del Santuario Igualdad Interespecie, situado en las afueras de Santiago. Una vida de tranquilidad y felicidad que contrasta con sus primeros días de vida en una granja que se dedica a la producción de carne en Valdivia.
Al momento de nacer, la madre de David no pudo darle la leche que necesitaba el protagonista de la historia para poder vivir.” Los dueños de la granja no iban a hacer nada. Ellos pensaban jubilarse el próximo verano y enviar a todos los animales que quedaran vivos al matadero. Conmovida por el incierto destino del recién nacido, la sobrina de los dueños que se encontraba de visita, decidió sacarlo de ese lugar a escondidas”, relata el Santuario de Igualdad Interespecie en su página web. Gracias a la valiente acción de la sobrina de los dueños, David arribó al lugar cuando tenía apenas 11 días de vida.
El animal llegó muy débil de salud, pues “el hecho de no haber tomado calostro y recibir una alimentación no adecuada para su especie lo tenían con un cuadro diarreico agudo del que costó recuperarlo. David fue fuerte y aguantó muy bien el largo viaje y el cambio de ambiente”, agrega el Santuario en la página.
Es así como, gracias al cariño y preocupación hacia el como también los cuidados veterinarios recibidos, hoy David pasa sus días jugando a los brincos y cabezazos con sus amigos perros. Una relación e interacción interespecie, sin lugar a dudas.
La invitación es, en definitiva, a ayudar a que el Santuario pueda seguir ayudando a David y muchos otros animales de granja o mayores a vivir en un ambiente protegido para de ésta manera puedan ser felices para el resto de sus vidas. El sistema que tienen es de apadrinar al animal, cuyos detalles los podrás conocer aquí.
