Si bien la consciencia animal ha ido evolucionando en nuestro país y cada cierto tiempo emergen organizaciones de ayuda, pocas veces nos detenemos a pensar en las personas que hay detrás, ya que, sin duda, se trata de una labor que conlleva un gran esfuerzo y compromiso, sin horarios ni descanso.
Rescate Animal Maipú es una organización que nació en julio de 2015 y que, a pesar de su corto periodo de funcionamiento, ya cuenta con personalidad jurídica y ha logrado cumplir varios de sus objetivos, principalmente en lo que se refiere a rescate, rehabilitación y adopción.
Karla Salcedo, su presidenta, es una joven de tan solo 21 años de edad, que cursa 4° año en la carrera de Psicología, y que evidentemente es un ejemplo de entrega y dedicación.
Desde su infancia fue evidente su interés por los animales. Se la veía frecuentemente rodeada de perros y gatos, aunque la primera mascota que recuerda como propia fue un conejo.
Para Karla existe un antes y un después luego de que llegara a su vida un felino llamado Bebu. La relación que forjó con él marcó un hito muy significativo. A pesar de que sólo pudieron compartir unos cuantos meses, dejó un legado permanente en su historia. “Bebu llegó en un momento difícil de mi vida y fue maravilloso. Teníamos una conexión tan única, que nunca he vuelto a sentir algo así con una mascota. Cuando las cosas se fueron calmando y normalizando, Bebu falleció y nunca supimos la causa. Quiero pensar que vino a cumplir un ciclo y que yo era parte de él. Dicen que los gatos son seres mágicos”, recuerda.
Así como varias de nuestras mascotas, este minino tenía su propia página en Facebook, de nombre “Bebu Protector”, la que luego de su partida se convirtió en la primera puerta que Karla abrió a la difusión y ayuda de los animales necesitados.
Casi como algo natural, Karla se fue involucrando en los diversos casos, contando con el apoyo incondicional de su familia, especialmente de su mamá y pololo, quienes han comprendido que el tiempo de esta joven debe compartirse entre muchos quehaceres, que no siempre están programados. “El gran problema es organizar el tiempo entre tus actividades, estudio, pololo y familia. Nunca sabes cuándo encontrarás un perro que necesite ser rescatado. Es una gran carga, tanto física como emocional”, enfatiza.
Así fue que a poco andar, entendió que era una labor bastante dura para realizarla en solitario, por lo que se unió a personas que compartían su pasión y formaron la agrupación Rescate Animal Maipú, RAM, cuyo principal objetivo es rescatar, rehabilitar y encontrar una familia a los animales abandonados, tanto perros como gatos, o cualquier otra especie que les sea posible ayudar.
Se trata de un camino complejo, lleno de obstáculos que Karla ha vivido diariamente, resultando lo más difícil el proceso de dar en adopción, más aún a aquellos que sufren enfermedades complicadas o costosas. En este sentido, en su vida hay un caso emblemático, llamado Oliver. “Fue un perro que recogí con distemper y recorrí más de seis comunas en una semana, llevándolo a diferentes hogares temporales. Se recuperó pero, por más que me esforcé, nadie lo adoptó y lo atropellaron. Falleció sin conocer el amor de una familia; esto me marcó”, recuerda. Y agrega “creo que las personas aún no son lo suficientemente consientes que los adultos también entregan amor, al igual que los cachorros”.
Un día normal de Karla está colmado de actividades, pero siempre encuentra el momento para difundir en redes sociales cada uno de los casos, trasladar a los animales al veterinario o a un hogar temporal que acaba de aparecer. “A veces me ha tocado ir a dejar hasta cinco perritos a sus adoptantes en una misma tarde. Hay ocasiones en que tengo muchos casos y ni siquiera alcanzo a cumplir mis obligaciones como estudiante”, comenta.
Esta joven apasionada y comprometida con el mundo animal, se manifiesta absolutamente contraria a mantener los zoológicos, principalmente debido a que cree que los animales deben ser libres y considera imposible lograr replicar el hábitat natural de cada uno ellos. “Todos fuimos testigos de las condiciones en que vivía Taco, conocido como ´el oso más triste del mundo´, que falleció en el Zoológico Metropolitano. Son simples cautiverios creados para la entretención del hombre”, subraya.
Erradicar el maltrato y abandono animal es un sueño para Karla, pero está consciente de que aún falta mucho para lograrlo en nuestro país, sobre todo porque ni siquiera son considerados como seres sintientes. “Me encantaría decirle a las personas que los animales, al igual que nosotros, sienten. Son seres vivos que no pueden pedir ayuda, pero el frío, el calor, el hambre, el dolor y el abandono los afectan tanto como a cualquiera de nosotros. Creo que muchas cosas van a cambiar cuando los animales ya no sean considerados como bienes muebles y se creen leyes que realmente los amparen”, aclara. Asimismo le parece indispensable realizar charlas a niños y adultos sobre tenencia responsable y seguir implementando proyectos de esterilización a lo largo de Chile.
En lo concreto, Karla Salcedo trabaja para que un día pueda construir un santuario, y así rescatar animales enfermos y rehabilitarlos y, junto con esto, poder abrirse a la posibilidad de acoger animales de granja, que estén destinados a morir, como cerdos, vacas o pollos, y darles una oportunidad. “Ellos no existen en este mundo para nuestra satisfacción, mucho menos como ingredientes para nuestros platos”, concluye.
Si quieres saber más acerca de la labor que realiza Rescate Animal Maipú, RAM, puedes contactarlos a través de su página de Facebook o visitando su sitio Web www.rescateanimalmaipu.cl. No te arrepentirás.
