Durante la noche de este domingo el perro de María Paz Gamboa y su familia fue atropellado y, sin pensarlo dos veces, llevaron al animal a la Clínica Veterinaria Tomás Moro ubicada en las cercanías de la Rotonda Atenas para recibir la atención correspondiente. Instancia en la cual, según denuncia la afectada a través de su perfil personal en Facebook, el can y la familia recibieron una atención negligente de parte del equipo profesional del lugar.
La historia comenzó a escribirse a las 10: 30 de la noche de este domingo cuando el animal es atropellado. “Mi perro tuvo un grave accidente pues fue atropellado, donde nosotros lo subimos rápidamente al auto y lo llevamos a la clínica mas cercana con la desesperación del momento por lo que había ocurrido. Nos atiende Trinidad Solis Ovando, la veterinaria de turno, la cual comienza a ver a nuestro perrito y le hace un montón de exámenes, medicamentos y hasta nos dice que lo mejor es la operación,respecto a la cual nosotros nos oponíamos porque creíamos que era innecesario”, explicó Gamboa en la publicación realizada en la tradicional red social.
Frente a este escenario, agrega María Paz, “llego mi padre, que estaba en mejor condiciones que nosotros, y pide hablar con Trinidad para que le explique la situación. Trinidad sale de manera agresiva, diciendo 
que ya nos había dicho todo a nosotros, el insiste en que le explique ya que su hija y su pareja estaban mal y que por esto mismo le pedía que lo hiciera para que el nos pudiera ayudar”, acotó en el texto la denunciante.
Luego de lo anterior, señala, la profesional ” llama a los carabineros(en ese momento se encontraba una clienta la cual al ver la situación de esta veterinaria se retira indignada por el actuar de ella llevándose inmediatamente a su perrita del lugar), los cuales al llegar le explican a Trinidad que este es un procedimiento erróneo de parte de ella ya que el solo quería información de la mascota y que tampoco era manera de actuar de una supuesta profesional y que era anti ético”,agregó María Paz.
A causa de lo que aconteció María Paz y su familia deciden marcharse de la clínica veterinaria y contactar a su veterinario de siempre. “Al retirarnos de la clínica esta señorita, si así se puede llamar, empieza a sacar fotos de nuestro bebe en camilla y en un pésimo estado vulnerándonos de una forma siniestra de parte de ella. Llamamos a nuestro veterinario, cancele la cuenta completa y fue a buscar a nuestro perrito, les mostramos todas las cosas que le hicieron donde sus palabras fueron no puedo creer que haya veterinarios tan sinvergüenzas. Él hace otros exámenes y nos da una clara y difícil noticia el cual era la eutanasia, ya que la operación era un abuso porque no había posibilidad de que caminara y tuviera una vida sin dolor y paz”, puntualizó Gamboa.
La versión de la Clínica
La Clínica Veterinaria Tomás Moro, consultada por EPA news respecto a lo denunciado, señaló que lamentan el hecho acaecido este domingo y defienden el actuar de la veterinaria precisando que ésta se adecuó al protocolo establecido frente a procedimientos clínicos de dicha naturaleza. Asimismo acusan que el padre de la denunciante actuó agresivamente, lo que dificultó el entendimiento entre las partes.
De acuerdo a Carlos Fernández, uno de los propietarios de la clínica, “llegaron dos personas con el perrito a la clínica que tenía una fractura a la columna, llegaron estas personas y la doctora Trinidad los atendió. Después de eso, ella se fue al pabellón para seguir haciéndole exámenes y ver en qué estado estaba porque parte de un atropello: le tomaron imágenes, le hicieron ecografía, le colocaron unas sondas netamente para controlar el tema de la orina y poder colocarle una sonda de oxígeno y en medio de todo esto llegó, creo, el papá de la persona que había llevado al perrito”, indicó Fernández.
El sujeto, agrega el propietario, arribó de ” forma muy agresiva, nosotros tenemos dos puertas antes de llegar al pabellón. Obviamente en una situación de urgencia los doctores están atendiendo al paciente, el papá llegó y entró a la clínica de mala forma: se pasó esos dos controles, llegó el pabellón y de muy mala forma comenzó a gritar a la doctora de que quería información de su perro porque lo quiere. La Doctora le dijo que necesitaba que por favor se retirará, para seguir con el procedimiento que estamos realizando y él insistía que no se iba a mover.A raíz de todo eso y cuando la doctora invita a salir a la persona le cerró un poco la puerta, no es que le haya tirado la puerta encima o le haya dado un portazo sino le cerró el pabellón porque es un lugar estéril y había que mantenerlo así. Él comenzó a increpar a la Doctora diciéndole no me toques, no me toques y se inició toda una trifulca”, señala el representante de la clínica.
En base a lo sucedido la veterinaria Solís llamó a Carabineros y los cuales, luego de un rato, arribaron hasta la clínica ubicada en Avenida Tomás Moro. Bajo este contexto Fernández defiende el actuar de la profesional, haciendo hincapié en que ella no tuvo un mal proceder como reseñaba la familia denunciante pues “lo que pasó es que estaba muy exaltado con la situación y ahí se formó todo el problema, porque la información se había dado en cuanto a que el paciente requería hospitalización y eventualmente requería una cirugía para estabilizar la columna”, indicó al respecto Carlos.
Asimismo, desde la clínica, se enfatizó que nadie se rió de la situación y se faltó al respeto. Todo paciente atropellado, todo paciente traumatizado requiere exámenes y todo lo que pasó fue un enredo: aquí no hubo maltrato al animal, maltrato a las personas y aquí nadie se rió de ellos. Para estabilizar una fractura de columna, una de las posibilidades es operar al animal. Pero no para que el paciente vuelva a caminar sino es para estabilizar la columna y luego colocarle un carro. Es lo que se ofrece, no significa que la doctora le pidió que tenía que operarlo de urgencia porque nunca fue así: se quería estabilizar a un paciente”, dijo Fernández.
El caso se viralizó ampliamente en las redes sociales.
