Una de las imágenes símbolos del temporal que actualmente afecta a la zona centro de nuestro país, es la de un can rescatado de las aguas, por Carabineros, de las aguas en plena comuna de Providencia. Al igual que muchas personas, Liz Mendez vio el caso a través de la televisión y rápidamente reconoció al can: se trataba de Orejas, un perro que regularmente la visita en su local de comida en pleno Barrio Bellavista. Sin pensarlo dos veces, decidió ir a buscarlo para transformarlo en un miembro más de su familia.
“Orejas es un perrito que yo conozco hace 2 años, el llega todos los días a mi restaurante para que le de comidita y hoy lo vi en la tv y partí a buscarlo. El llega, fijo, todos los días a comer: lo amo, es muy cariñoso, jugeton y siempre llega a la misma hora. Yo afuera de mi restaurante, le puse una casita de madera para que el llegue a dormir en las noches, pero el es un vagabundo”, cuenta Liz Mendez, rescatista de Orejas, en conversación con EPA news.
Cuando Liz llegó hasta las cercanías del Mall Costanera Center, símbolo de los estragos causados por las lluvias este fin de semana, comenzó a gritar el nombre del can. “Lo encontré mojado y corrió cuando me escucho gritar su nombre como loca, ya que el estaba ladrándole a los Carabineros”, recuerda Mendez.
Actualmente Orejas se encuentra en el hogar de Liz, junto a otros seis perros rescatados, recibiendo el cariño y compañia que en el ayer la sociedad le había negado. En el lugar se encontrará con Oso, un antiguo compañero de aventuras perrunas.
“Orejas junto a Oso eran dos perros que siempre llegaban a el local todos los días , a la misma hora. De pronto el oso dejo de venir y casi dos semanas desapareció, solo llegaba Orejas: un día, jamas me olvidare, un sábado a las 9 de la noche llega Oso con su patita partida en dos, así que me hice cargo de el y desde ahí vive conmigo. Ya es un año conmigo, así que ahora se junta de nuevo con su amigo Orejas”, explica Liz.
Liz, quien es dueña del Restaurante Encanto Limeño, explica que desde siempre ha rescatado y cuidado a los animales abandonados. “Ya con Orejas son 6 los que tendría en mi hogar, porque perrito que veo perrito que acojo: ya tengo a todos mis amigos diciendo que soy loca, pero la verdad solo me nace del corazón y de hecho para mi son mis hijos”, cuenta Liz.
Una historia de un can abandonado con un final feliz, gracias a la preocupación y amor por los animales de Liz y su familia.
Colaboración: Andrés Vera.
