15 de Julio 2020
Hace algunos días se difundió por Internet que el adinerado Wang Yan, impactado por el maltrato que sufren los canes que son robados o recolectados para el negocio de la carne, decidió comprar el recinto de sacrificio y colocar un lugar donde estén a salvo y sean adoptados por gente noble.
Según relató el hombre oriental, esta acción no la tenía pensada : “Mi regalón se perdió y lo busqué por todos lados. Cuando visité un matadero como último recurso, los horrores que vi allí me motivaron a salvar a esos perros, como un homenaje a mi mascota que nunca pude encontrar”, dijo.
Wang, que solía dirigir un imperio de acero, construyó el centro de rescate de animales en la ciudad de Changchun, en la provincia de Jinlin, en el noreste de China, donde ha gastado millones para rescatar a más de 2,000 perros callejeros de una horrenda muerte.
Hasta 10.000 canes son sacrificados cada año en China, en la región de Guangxi Zhuang, para conmemorar el solsticio de verano durante el Festival de carne de Yulin.
