En 2004, Perry Martin vivía en la costa de Florida cuando el estado fue azotado por el huracán Jeanne, la tormenta más mortífera de ese año. En medio del caos y la confusión, Martin perdió a su querido gato de 4 años, Thomas Jr., o T-2, para abreviar. El gato se había escapado de su casa y no se veía por ningún lado.
Martin dijo a The Dodo:
“Estaba devastado. Lo busqué por todas partes. Tenía vecinos buscándolo. Pasé todo mi tiempo libre solo buscando”.
A medida que pasaba el tiempo sin ver a Thomas, Martin se resignó a la idea de que su gato se había ido para siempre. Pero nunca imaginó lo equivocado que estaba.
Había pasado más de una década desde entonces, pero Martin nunca olvidó a su querido Thomas, a quien nunca trató de reemplazar con otro gato. Sabía que incluso si el gato hubiera logrado sobrevivir a las secuelas de la tormenta, actualmente ya estaría muerto.
Él dijo:
“Estaba seguro de que había fallecido”.
Pero, la semana pasada Martin recibió una llamada que nunca esperó. Era de la antigua veterinaria de su gato. Un gato sin hogar había sido rescatado de las calles y tenía un microchip.
Martin dijo:
“Dijeron, ‘Perry, ¿qué dirías si te digo que alguien encontró a T-2?’ Le dije: ‘Bueno, probablemente te diría que estás loca’. Ella dijo: ‘Bueno, la Humane Society lo tiene. Lo verificamos con su microchip’”.
Martin, sospechando que había habido algún error, condujo hasta Humane Society of the Treasure Coast por si acaso.
Martin dijo:
“No lo creí. ¿Después de 14 años? Pero era él. Tan pronto como vi su cara, supe que era él”.
Thomas parecía saber quién era Martin también; su viejo amigo, del que se había separado 14 años antes. Ahora, finalmente se reunieron.
Solo ha pasado una semana desde que Martin y Thomas volvieron a reunirse, pero las cosas no podrían ser mejores. Los dos viejos amigos tienen mucho que hacer para ponerse al día, y no están perdiendo el tiempo.
Martin dijo:
“T-2 no se ha separado de mi lado. Ha estado sentado en mi regazo y me sigue a todas partes. Lo creas o no, en realidad está ronroneando. No he oído ronronear a un gato durante 14 años. Tengo la sensación de que sabe que está en casa”.
A pesar de tener 18 años ahora y aparentemente haber pasado la mayor parte de esos 14 años viviendo en las calles, Thomas está en buen estado de salud. Está un poco flaco y tambaleante, pero Martin está optimista de que su gato se recuperará ahora que está a salvo donde pertenece.
Y Martin sabe a qué agradecer por eso: al microchip que hizo posible esta reunión.
Él añadió:
“Haga que su mascota tenga microchip. No cuesta mucho. Si tomas la iniciativa de hacerlo, asegúrate de mantener actualizada la información. Me mudé en los años que Thomas había desaparecido. Actualiza la información, incluso si crees que se ha ido para siempre”.
Fuente: Notas de Mascotas.
