12 de Enero 2020
No es la primera vez que un deportista maltrata a un animalito, que inocentemente entra al campo de juego.
En el 2011 un futbolista “chuteo” a una lechuza que había caído herida a la cancha, causándole su muerte ; asimismo, el 2015 un jugador fue abucheado en Hungría por patear a un perro y un croata mató a una gallina el año pasado.
Una mala práctica que también realizó hace un par de semanas, el corredor Jaime Alejandro quien pateó a un perro que entusiasmado se sumaba a la carrera en la ciudad de Neiras en Caldes, Colombia.
El video causó tanto revuelo que diferentes usuarios comenzaron una campaña en las redes sociales, con el objetivo de que la empresa que lo auspiciaba, dejara de hacerlo.
Fue así como Under Armour Colombia dio a conocer, a través de su cuenta en Instagram, que había finalizado su contrato con el deportista.
“Como compañía no toleramos la violencia o conductas que lastimen o pongan en peligro a los animales”, señalaron.
El atleta en tanto, escribió : “No justificó mis actos, pero fue un momento de euforia en la carrera. Trataré de reivindicarme ayudando a perritos abandonados”.
Según Luis Felipe López, un asistente del evento: “en ningún momento el perrito obstaculizo la marcha del atleta. El hecho es injustificable por si mismo”, reflexionó.
El deporte es una actividad recreativa, sana, que implica valores como el honor y el fair play. Es de esperar que quienes lo practican reflejen ese espíritu de buenos principios, ya que muchos son inspiración para las nuevas generaciones.
