Tal como lo hacen muchas personas, la tutora del gato Nicolás debía viajar un tiempo y contrató el servicio de hotel felino en la Clínica Veterinaria El Edén de Temuco, Región de La Araucanía, por el lapso de 19 días. Sin embargo, al poco tiempo después, desde el recinto le avisan que el animal se había escapado y lo estaban buscando, iniciándose una querella infraccional y demanda civil de indemnización de perjuicios contra el establecimiento que dio como resultado el pago de una indemnización de 2 millones a favor de la humana del gato.
Así lo estableció inicialmente el Tercer Juzgado de Policía Local de Temuco, quién acogió las acciones judiciales estableciendo el pago de una multa a beneficio fiscal de 35 UTM. Asimismo, en cuanto a la tutora, la entidad ordenó el el pago de $227.000 bajo daño emergente y $2.000.000 a título de daño moral. La sentencia fue apelada desde la Clínica y hace un tiempo la Corte de Apelaciones de Temuco confirmó la sentencia del Juzgado.
De acuerdo al tribunal, el fallo argumenta como elemento central el bien jurídico protegido, correspondiente al gato que es un ser vivo y sintiente marcando una diferencia con el mero bien patrimonial. Acusa que la entidad demandada no recibió los cuidados y protecciones debidas por el proveedor, implicando a la larga el escape del felino y pérdida del mismo, lo cual constituye una infracción por incumplimiento contractual por parte de la clínica.
En tanto, la clínica veterinaria enfatizó que la demandante no proporcionó toda la información necesaria relativa al gato Nicolás referente al alimento especial consumido de parte del animal y la conducta escapista del mismo, lo cual, señala, fue comentado al personal del recinto luego del extravío del animal.
Cabe señalar que, según los antecedentes disponibles, no fue posible dar con el paradero de Nicolás, Un triste final para un animal por una cadena de errores y dilemas humanos, como lo estableció la sentencia judicial.
¿Qué normas regulan el funcionamiento de las clínicas veterinarias en Chile?
