El pasado 20 de julio, se presentó al Congreso de dicha ciudad, el proyecto que busca reemplazar los caballos por coches eléctricos para evitar el maltrato animal y la explotación de los equinos que, sufren al estar más de 20 horas trabajando y sin los cuidados necesarios.
Según informaron en un medio de comunicación local, para que el proyecto sea ejecutado, el primer paso es realizar un censo que determine el número de cocheros que ejercen el oficio en la ciudad.
Por esta razón, la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata), en cumplimiento a lo establecido en el plan de acción, inició el pasado lunes 8 de agosto los recorridos para la actualización del Censo de los Propietarios de los Vehículos de Tracción Animal (VTA) de carga, más conocidos como “carromuleros”, como el primer paso en el proceso de sustitución.
Por otra parte, en el marco de los censos, la Umata está trabajando en el protocolo para la recepción de los animales y la adopción de los mismos, a la fecha ya se han hecho visitas a fincas para garantizar un espacio seguro.
Es de conocimiento popular que lamentablemente en todas las partes que se ejecuta esta “actividad turística” , ningún caballo cuenta con las medidas necesarias para sus cuidados y son explotados sin piedad. Miles de equinos se desploman de cansancio y maltrato en todas las ciudades. La semana pasada fue noticia un jamelgo que se desmayó victima del calor y la sed en Nueva York. Por ello, grupos animalistas trabajan para que esta práctica cese en todo el mundo.
Es de esperar que así como se están tomando cartas en el asunto en países vecinos, acá en Viña y en Pichilemu, se solucione de una vez por todas este problema que involucra maltrato extremo ya que deja de ser un atractivo turístico si se ven los animales sufriendo y desplomándose, lo cual sería mejor cambiarlos por coches eléctricos que cuidan el medio ambiente y que están más acordes al progreso.
