Tal como estaba planeado, durante el anochecer de este domingo arribaron hasta las dependencias del Bio Parque Quillon Chitaro y Randú, los dos últimos animales que estaban en situación de cautiverio en el Circo Las Montini de propiedad de la familia Monsalve.
El operativo de traslado, que se inició tras la firma del acuerdo entre representantes del Circo Las Montini y miembros de ECOPOLIS el día viernes , concluyó sin la intervención de la PDI, que pretendía interceptar el camión para que se devolviera a Santiago por orden del Ministerio Público, y fue recibida por un grupo de miembros del mundo de la protección animal que quisieron entregar su apoyo simbólico al traslado de los dos últimos animales que estaban en un circo nacional.
Los animales llegaron en perfectas condiciones al recinto en la Región del Bío Bío , donde fueron dejados en sus respectivos hábitat que responde a las necesidades de cada una de las especies, león y mono.
En el caso del león Chitaro, éste contará con “700 metros cuadrados de campo, lleno de cobertura vegetal, pastizal, árboles, arbustos, agua, atalaya descansa patas. Tendrá un cubil (dormitorio) de 3X6 mts., hecho con material termo-aislante y cama de abundante paja; todo enclavado en medio del campo, en las cercanías de un pueblo perdido cerca de Chillán. Chítaro podrá ver el amancer y el atardecer, podrá ver los árboles en el horizonte, el cielo azul y sentir el aire limpio”, explico ECOPOLIS a través de un comunicado de prensa. Por su parte, el Mono Papión Randú tendrá un hábitat de 36 metros cuadrados por tres metros y medio de alto.
De esta forma, según lo informado por la Dirección de Comunicaciones del BioParque, Chitaro se suma a los ya cinco leones que ya tenía el lugar y Randu, en tanto, es el primero en llegar de su especie.
Los próximos pasos
Junto con el período de adaptación que tendrán Chitaro y Randu en el BioParque de Quillon, el gran objetivo del equipo de ECOPOLIS es lograr que el acuerdo que estableció el traslado de los animales se cumpla a cabalidad y no se ordene el regreso de los animales a Santiago con el fin de dejarlos en el Zoo Metropolitano.
En este contexto, la consigna es que los animales se deben “quedar para siempre” en el BioParque.
“Chítaro podrá ver el amancer y el atardecer, podrá ver los árboles en el horizonte, el cielo azul y sentir el aire limpio. Esto, sin duda, merece ser para-siempre. Y en el BioParque sí existe el “para-siempre”. El Bioparque no canjea leones, no compra leones, no vende leones (ni pumas). Ellos no son mercancía, sino individuos que llegan a un nuevo hogar de por vida. No como el papión Randú, cuyo primer dueño fue curiosamente el Zoológico Metropolitano. Randú fue canjeado (es decir, comerciado) sucesivamente hasta llegar al circo Las Montini”, agrega la organización en el escrito.
Dado a lo anterior, durante las próximas horas será presentado un Recurso de Protección ante la Corte de Apelaciones con el fin de proteger el bienestar de los animales y que se respete judicialmente el acuerdo logrado entre las partes. “¿Así es como el Estado castiga a Ecopolis y a los ciudadanos proactivos que tienen capacidad de diálogo con el circo, para hacer la pega que el SAG, ni BIDEMA, ni las fiscalías, ni los tribunales han sabido hacer en años?, se pregunta Florencia Trujillo, asesora legal de la organización y una de las personas que participaron en las negociaciones del acuerdo que culminó con la llegada de Chitaro y Randu al BioParque de Quillon.
Sin lugar a dudas, desde hoy Chitaro y Randu inician su camino a la libertad que toda especie animal necesita y merece.
