Luego de un recurso de protección presentado por un habitante de Concepción que fue atacado por una jauría de perros en las afueras del tribunal en la ciudad penquista, la Corte Suprema ordenó al Municipio de la capital regional del Bío Bío adoptar medidas que apunten al control de los perros abandonados que circulan por las calles de la comuna.
El recurso fue presentado por el actor Antonio Alarcón, el cual en una primera instancia fue rechazado por la Corte de Apelaciones de Concepción siendo la Tercera Sala de la Corte Suprema que en un fallo unánime aceptó la medida interpuesta contra las autoridades comunales y la Seremi de Salud de la zona.
De acuerdo a lo informado por el Poder Judicial, la medida busca obligar a las autoridades ya mencionadas que en un plazo de 30 días desarrollen un trabajo en conjunto que se traduzca en medidas concretas de control de la sobrepoblación animal presentes en las calles de Concepción. En otras palabras, es una medida cautelar.
“Más allá de las acciones que se dicen realizadas por los recurridos en este ámbito, es lo cierto que por su intermedio no se logró el objeto pretendido por la ley, esto es, la detección de los animales sin dueño que vagan por las calles de la ciudad y su confinamiento en sitios donde reciban el cuidado debido a su condición, que ha de incluir la atención de su salud si se encuentran enfermos. Como resulta evidente, los órganos estatales recurridos se encuentran obligados a garantizar a las personas que transitan por las vías públicas de Concepción que lo hagan sin verse expuestas a las conductas agresivas de animales como los que atacaron al recurrente, tanto por razones vinculadas a su integridad física y psíquica como estrictamente sanitarias, finalidad que en la especie no fue satisfecha, desde que perros que vagaban por las calles de esa ciudad, aparentemente sin dueño, atacaron al actor, Antonio Andrés Alarcón Azocar”, señala el fallo del máximo tribunal de Chile.
Asimismo, en la sentencia se señala que tanto el Municipio como la Seremi de Salud no han realizado un trabajo que se traduzca en asegurar la integridad física y psíquica de las personas, dado a la presencia en forma masiva de canes.
