Hace unos días Alonso Matamoros se levantó a las tres de la madrugada, pese al frío, y fue hasta el corral de su casa en el sector de Las Cabritas, encontrando un panorama escalofriante: tres de sus vacas yacían muertas, dos que habían parido hace poco y otra que estaba preñada.
“No estaban heridas ni nada, solo estaban tiradas en el sector donde habían comido pasto, y otra se había acercado al portón. Fueron envenenadas, ninguna estaba enferma, aquí las alimentamos bien, al igual que a todos los animales”, comenta este criancero de Las Cabritas que, aparte de los vacunos, tiene gallinas, chanchos y caballos. Los cría para venderlos, como una forma de complementar sus ingresos.
No se sabe quién fue
Su esposa Loreto Núñez afirma que no saben quién pudo haber sido el responsable. Cuenta que en el lugar se presentó personal policial y del SAG, pero que al no haber indicios de las causas de la muerte de los animales, les dijeron que no pueden hacer mucho. “Por acá no anda gente de otros lados, así que debió ser gente del sector, no sé con qué motivación. A veces se nos meten al corral unos perros de propiedades cercanas que nos han mordido a los chanchos, pero esto de las vacas fue distinto, nunca nos había pasado algo así”, dice la acongojada mujer.
Esta vecina de Las Cabritas cuenta lo dedicados que son a la crianza de sus animales y agrega que “mi marido no tiene un trabajo estable, se dedica a otras cosas, y los animales son como una fuente de ingresos, aunque cuesta cada vez más mantenerlos, hay poco pasto por la sequía. Él consigue en las ferias comida para darles, realmente no sabemos qué pudieron comer que estuviera envenenado, o quién tiró algún veneno. Este sitio da al río, tal vez por ahí se metió alguien en la noche”, concluyó.
Fuente: soychile.cl
