23 de Febrero 2020
A tres meses de la primera plantación de verduras y hortalizas realizadas por vecinos de las calles Santa Isabel y San Isidro, en un espacio común en pleno estallido social, continúa intacto.
En el lugar medianamente cercado se puede apreciar que ha sido muy bien cuidado tanto por los organizadores, como por los vecinos del sector.
Según Valeria Rodríguez quien ideó este proyecto, comentó que tenían más ganas que conocimiento, pero que a los vecinos les entusiasmó la idea y hasta el momento ha funcionado perfectamente.
Este “oasis” dentro de la ajetreada vida citadina, llama la atención a los transeúntes y personas en general. No sólo por que ha crecido, sino porque no ha sido destruido y es respetado.
Para Onias Bustos, vecino del sector “Es bonito y original. Se nota que han realizado un excelente trabajo. La gente valora estas iniciativas, creo que por eso todos los cuidan”, dijo.
Y se nota que los participantes están bien organizados ya que tienen calendarios de riegos y realizarán una completada el próximo 29 de febrero para reunir fondos y así mejorar la cerca, entre otros planes. Cabe destacar que los vecinos del huerto comunitario a veces se juntan en las tardes a compartir.
Para la socióloga Nora Valenzuela, el ser humano siempre busca volver a lo natural, a estar cerca de la naturaleza, por ello, esta actividad se torna terapéutica para escapar de la vorágine que significa vivir en estos tiempos. “Y no sólo el hecho de cultivar y alimentarse como en tiempos de antaño, sino que reunirse a conversar cara a cara, esta es una costumbre y una necesidad que la tecnología nunca va a poder superar”, reflexiona.
En el huerto se pueden apreciar brotes de albahaca, lechuga, tomates, hierbas medicinales y árboles frutales, entre otras hortalizas.
